Joaquín Sastre: “Me mueve la pasión por lo que hago”

Gustavo Grazioli

Periodista.

En el año 2011, Joaquín Sastre era contador de una reconocida empresa nacional. Ganaba buen sueldo y estaba en uno de esos trabajos, donde si no pasaba nada extraordinario, candidateaba para pasar el resto del tiempo hasta jubilarse. Pero había algo que se interponía con esa vida sin sobresaltos y eran sus deseos de vincularse con el fútbol. De chico jugó en algunos clubes amateurs, sobresalía, pero el anhelo de ser futbolista no prosperó y terminó volcándose a una carrera universitaria. Hoy a sus 36 años, es entrenador de Gimnasia y Esgrima de Mendoza y más allá de no arrepentirse de ser profesional en los números, siente que encontró su lugar en la táctica y la estrategia de este deporte.

“Empecé estudiando Ciencias Económicas, un poco por mandato paternal, mi hermano también es contador. Aunque no tenía muy claro qué era lo que quería. Había ido a un colegio con esa orientación y siempre tuve facilidad con los números – cuenta Sastre a Al Toque Deportes – Pero la realidad es que nunca la sentí como propia. No me apasionaba lo que estaba haciendo. Una vez que me recibí sentí que estaba cambiando plata por vida. Trabajé en un estudio contable y en una empresa, y ninguno de los dos me satisfacía o me daba plenitud. Pero sí sentía eso con el fútbol por ser algo inconcluso en mi vida”.

Sastre se crio en Villa Dolores, un pueblo de Córdoba de 50 mil habitantes. “Soy del interior, del interior”, bromea. Si bien su fueguito interno con el fútbol nunca se le apagó, terminó de encenderse después de leer un libro sobre Marcelo Bielsa que escribió Román Iuch (El último romántico). De inmediato sintió una gran empatía con el actual entrenador de la Selección de Uruguay y se volvió su admirador. Empezó a mirar todas sus conferencias de prensa y a leer todo lo que encontrara sobre él.

Una mañana de ese 2011 en la que todavía era empleado de oficina, después de levantarse a las siete de la mañana a mirar un partido del Athletic Bilbao – equipo que dirigió Bielsa de 2011 a 2013 –, decidió escribirle una carta al entrenador rosarino para comentarle su admiración y en el final le dejó su teléfono sin ninguna expectativa. Dos meses después, cuando creyó que aquella misiva iba a quedar como un mensaje dentro de una botella que va a parar al mar, mientras trabajaba, recibió un llamado: el llamado que lo cambió todo. Del otro lado del teléfono se encontró con la voz de Bielsa.

La conversación duró seis minutos y eso fue suficiente. Su vida cambió. “Fue una carta en la que declaré mi amor. Me decía. ‘usted que me quiso decir acá, acá…’ y yo entre los nervios y el tiempo que había pasado ni me acordaba – dice Sastre – Ni él debe saber el impacto que eso me dejó. Fue el empujón que necesitaba para animarme a salir de mi zona de confort y lanzarme al vacío. Renuncié a mi trabajo y me animé a emprender en esto (de ser entrenador). Fue un salto al vacío, literal. Se sabe que el hecho de no ser ex jugador y no tener esa llave que abre muchas puertas, tampoco soy hijo de nadie, pero lo que me mueve es la pasión por lo que hago”.

A partir de ahí, hizo el curso de técnico, viajó a Bilbao, vio entrenamientos de Bielsa, lo conoció y después de estar tres meses en Europa, volvió convencido de que iba a intentar convertirse en entrenador de fútbol. Los primeros tiempos no fueron fáciles. Trabajó a Ad Honorem y se fue abriendo camino. Mantuvo una dura lucha familiar porque no estaban contentos con la decisión que había tomado y sobrevivió con los ahorros por un tiempo, hasta que pudo empezar a dar clases en colegios a la mañana y por la tarde trabajar en clubes.

En esa estadía en Bilbao, logró establecer vínculo con Luca Marcogiuseppe (en ese momento asistente técnico y analista de partidos de Bielsa) y ese contacto le permitió abrirse algunas puertas en Argentina. Primero trabajó en la liga amateur de Córdoba, al frente de equipos como Talleres, Camioneros y Argentinos Peñarol, también integró varios cuerpos técnicos, hasta que en 2020 tuvo su primera experiencia profesional en Estudiantes de Río Cuarto como ayudante de campo de Gerardo Acuña.

A finales del año pasado, le llegó la oportunidad de ser entrenador de Gimnasia y Esgrima de Mendoza y se puso al frente de un cuerpo técnico. En estos momentos, su equipo pelea por un lugar en el reducido de la Primera Nacional, con el objetivo del ansiado ascenso a la máxima categoría. El último partido, el Lobo mendocino dejó la vara alta tras vencer por 4 a 1 al actual puntero, Almirante Brown, y sueña con estar dentro de los candidatos del torneo.

“Había momentos en los que decía para qué me metí en esto. Estoy vivenciando muchas cosas nuevas y aprendiendo. Luca (Marcogiuseppe) me decía, no es lo mismo ser dos que uno. Internamente no lo terminaba de entender cuando me lo decía, pero tiene razón, es un abismo. Tenés que gestionar un montón de cosas, tomar decisiones. Eso cuando sos asistente, no lo hacés. Siempre la cabeza es el entrenador. Eso tiene sus pro y sus contras. Emocionalmente tenés que absorber muchas cosas que generan un desgaste extremo. En esos momentos es cuando decís, hice bien o no”, dice Sastre.

¿Qué es lo que más disfrutas de ese presente como entrenador?

J.S: Cada día que voy a entrenar y el día a día con los jugadores. Con otras cosas, como el exitismo, me estoy acostumbrando a convivir, las cuales no están en mi control y generan un desgaste emocional.

¿Cómo analizas el fútbol argentino a nivel general?

J.S: Hay una paridad extrema. No sé si ha nivelado para bajo o para arriba. Eso lo dejo para los periodistas (se ríe). Pero el hecho que haya tantos equipos en Primera, en el Nacional, en el Federal A, genera mucha paridad. Cuando ves otro fútbol, por ejemplo el europeo, hay más una tendencia y sabes quién le va a ganar a quien. En nuestro fútbol eso es más difícil de saber. Y en nuestra categoría eso todavía es peor. Es muy parejo.

El equipo de Sastre juega este martes (19.10) visitando a Defensores de Belgrano por la fecha 29, de la Zona A, de Primera Nacional. Posteriormente, el domingo 20, recibirá a Asociación Atlética Estudiantes.

Las posiciones en la Zona A

#	Equipo	Pts	PJ	PG	PE	PP	GF	GC	DIF
1	Alte Brown	47	27	13	8	6	29	25	+4
2	Agropecuario	43	27	13	4	10	35	31	+4
3	Dep. Moron	42	27	12	6	9	30	29	+1
4	Nueva Chicago	40	26	10	10	6	26	14	+12
5	Temperley	40	26	10	10	6	31	26	+5
6	San Martin (SJ)	40	27	11	7	9	34	31	+3
7	Gimnasia (M)	39	26	9	12	5	29	21	+8
8	San Martin (T)	39	26	11	6	9	25	19	+6
9	Estudiantes (RC)	39	27	11	6	10	23	24	-1
10	Def. de Belgrano	38	27	10	8	9	31	25	+6
11	Def. Unidos	38	27	10	8	9	21	18	+3
12	Patronato	34	26	9	7	10	28	26	+2
13	Guemes (SdE)	32	26	7	11	8	25	27	-2
14	Alvarado	31	26	7	10	9	21	28	-7
15	All Boys	31	27	7	10	10	22	30	-8
16	Almagro	29	27	7	8	12	17	23	-6
17	Brown (PM)*	27	27	7	9	11	28	30	-2
18	Flandria	26	26	7	5	14	26	42	-16
19	San Telmo	23	26	6	5	15	28	40	-12

Fotos: prensa Gimnasia de Mendoza
Por Gustavo Grazioli