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Juliana Bustos y su experiencia en el cruce Capri-Nápoles: “Fue algo insuperable”
La nadadora compitió en representación del equipo de relevos mixtos argentino en el evento que se realizó a fines de junio en el golfo de Nápoles y que tuvo su 59° edición. Las adversidades climáticas, el compañerismo del equipo y un tercer puesto inolvidable.
La triatleta higuerense Juliana Bustos compitió a fines de junio en el Cruce Isla de Capri-Nápoles que se realizó en Italia, en representación del equipo de relevo mixto argentino.
Argentina finalizó tercero en la tabla general y segundo en la rama de relevos mixtos. Ocurrió una particularidad: solo tres equipos cruzaron la meta antes de las 10 horas totales, que es el límite impuesto por náutica para navegar. Argentina culminó con un registro de 9 horas, 54 minutos y 10 segundos, a poco menos de seis minutos del corte final.
En diálogo con Al Toque Deportes, tras su vuelta a Argentina, Bustos se refirió a esta gran experiencia en su carrera: “La verdad que deportivamente podría decir que fue algo insuperable. No había tomado dimensión de lo que era el evento en sí hasta el día de la charla técnica que fue el día anterior. Me di cuenta que no sabía bien a dónde había ido y tomé magnitud de la importancia del evento a donde fui. A nivel personal, en lo deportivo muy contenta y orgullosa de mi misma porque pude sacar la guerrera, la espartana como siempre me dice mi entrenador, de la que muchas veces no soy consciente. Vi un par de situaciones que sucedieron, como las condiciones climáticas que se volvieron adversas, y dos bajas que tuvimos en el grupo, que hicieron que haga un clic dentro de mí para hacer un papel importante y casi fundamental para sumar al equipo. Me siento orgullosa de lo que pude hacer. Todo el mundo creía que era capaz de esto, pero me faltaba confianza en mí misma. Orgullosa de lo que pude hacer como nadadora”.
En cuanto a esas adversidades climáticas que marcó Bustos, la nadadora contó: “En realidad lo que nos pasó fue que el calor, al contrario de lo que creíamos, no lo sufrimos tanto. Había llevado muchas reservas de hielo para bajar la temperatura corporal y lo pude sobrellevar. La temperatura del agua no era tan calurosa como yo creía. En mitad de la carrera, se levantó mucho viento en contra, las olas eran grandes y eso hizo que empezáramos a hacer pases cada vez más lentos. Por otro lado, los que no tenían experiencia en las aguas abiertas los desfavoreció. En mi caso, fue al revés. Por la experiencia de las aguas abiertas o del triatlón, en donde estas acostumbrada a sufrir muchas horas, nadé más sólida y más rápido. Obviamente tener viento en contra y olas grandes, hizo que bajáramos todos el ritmo”.
Otro factor que afectó fue el movimiento de las embarcaciones en el golfo: “Cuando hay muchas olas, producto del viento y del regreso de las embarcaciones de Capri a Nápoles, el bote a veces se tiene que poner de costado y no puede seguir al nadador. El nadador tiene que seguir solo hasta que el bote lo pueda buscar, y eso significa nadar a ciegas. Uno se desvía y no ves absolutamente nada hasta que te puedan dar una indicación. A las cuatro de la tarde empiezan a volver los ferrys y eso genera mucho oleaje”, expresó la higuerense.
Sobre la comunión que logró con el resto del equipo argentino, la triatleta remarcó: “Nosotros nos habíamos visto dos veces vía videollamada, nunca personalmente, y convivimos cinco días antes en el hotel. En los desayunos, almuerzos y entrenamientos nos conocimos. Gratamente sorprendida, porque parecían compañeros de entrenamiento de toda la vida. La confianza que logramos en un primer momento nos hizo bien. Todos, compañeros y familiares, nos integramos muy bien. Habíamos planteado una estrategia. Apenas largamos, dos compañeras se sintieron mal producto de lo que no se puede entrenar, el mareo que genera el bote. Una de las chicas no pudo nadar más y la otra estuvo descompuesta hasta la mitad de la carrera. Tuvimos que rearmar la estrategia inicial para afrontar la carrera. Cada uno asumió su rol en el equipo y sorteamos ese obstáculo”.
En lo deportivo y el resultado final, Bustos ponderó lo hecho por Argentina: “Llegó nuestro equipo, y los que vinieron detrás quedaron descalificados. Náutica no te da permiso para seguir navegando más allá de las 10 horas. Fuimos el tercer y último equipo que entró. Quedaron afuera las otras postas y varios individuales. Normalmente eso no pasa, llegan dentro de las 10 horas, pero ese día fue muy fuerte el viento y muchos que nadaban individuales no pudieron llegar. Nosotros fuimos un relevo mixto, quedamos segundos en esa rama y terceros en la general”.
Para su futuro, Bustos quiere enfocarse en la venidera temporada de triatlón y, quizás, volver a vivir esta experiencia el próximo año: “Me quedé con muchas ganas de volver el año que viene, ya sea a la misma competencia o a otra de las mismas características. Se abrió un mundo que no conocía, yo pensaba como lo había visto en redes, que lo conocía, pero haberlo experimentado es otra cosa. En el corto plazo, pienso en la temporada de triatlón que inicia en noviembre y ya estoy inscripta en una carrera en Chile. Estoy con mis energías enfocadas ahí, en la temporada que terminará en marzo. Después me gustaría encarar algún otro desafío de este tipo, de aguas abiertas”.
Fotos: Gentileza Juliana Bustos
Redacción Al Toque
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