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Maxi Bonet: “El desafío más grande es volver a competir”
El entrenador del equipo de handball femenino de Universidad Nacional de Río Cuarto expresó las condiciones en las que se encuentran trabajando con este nuevo parate y las restricciones que se impusieron en el campus universitario, luego de comenzar la competencia oficial que se vio suspendida.
Todos los deportes de la provincia transitan un parate indefinido de sus competencias y entrenamientos. El handball no es la excepción.
El equipo femenino de handball de la Universidad Nacional de Río Cuarto había comenzado a competir en el Torneo de Córdoba de manera oficial, en el que solo pudo disputar la primera fecha en la localidad de Arroyito.
El entrenador del equipo, Maximiliano Bonet, dialogó con Al Toque Deportes para contar las vicisitudes de este proceso que parece no tener fin: “El panorama se plantea con una gran incertidumbre, como todo y como siempre desde el año pasado, ya es costumbre. No tenemos certezas de nada y cuesta encontrar la motivación, el placer y el entrenar para un objetivo concreto”.
A pesar del momento de incertidumbre, Bonet rescató la actualidad del equipo: “Dentro de todo lo que está pasando, estamos en un buen momento. Se incorporaron chicas desde las inferiores. No se puede hacer otra evaluación porque la competencia se truncó desde que empezó. Desde el grupo, se comprometen con acciones y actividades para recaudar los fondos que vamos a necesitar durante el año. Así se nota el compromiso de ellas con el cuerpo técnico”.
El conjunto “académico” lleva 15 días sin practicar. Pudieron hacerlo durante el transcurso de tres meses, con un mes de trabajo en el gimnasio del campus universitario. El resto lo desarrollaron en otras instalaciones.
La semana pasada, la Universidad tomó la decisión de cerrar las puertas a los entrenamientos de sus equipos -cuando todavía estaba habilitado-. “Desde el punto de vista competitivo y de las ganas, y teniendo en cuenta que hace un año no podemos tener competencia, la disposición de no volver al campus no fue bien recibida. Sabemos que en la Uni se priorizan otras cosas, nos atenemos a las decisiones de las autoridades y esperamos que esto pase rápido”, manifestó Bonet.
En cuanto a la competencia oficial que había iniciado para el equipo, el director técnico explicó: “Debutamos en Arroyito y el partido que teníamos que jugar de local se suspendió por falta de árbitros, ya que los que iban a venir estaban infectados. La tercera era en Unquillo y a partir de ahí quedó suspendido el certamen”.
Respecto a lo que significó para sus jugadoras el volver a competir, Bonet resaltó: “El arranque fue muy emotivo para las chicas que competían por primera vez en Córdoba y que vienen desde las inferiores. Fue bastante bueno porque volvíamos a hacer lo que nos gustaba, después de un año y pico sin poder hacer nada. Lo importante era que se empezara y se disfrutó más allá de todo”.
Actualmente, muchas de las jugadoras que no son oriundas de Río Cuarto se quedaron en la ciudad a la espera de las resoluciones gubernamentales: “Siempre esperando a ver cómo sigue esto para saber si se vuelven a sus lugares de origen o no. No está bueno que se queden acá pagando un alquiler sin saber siquiera si van a poder tener clases presenciales. Les pasamos las rutinas y confiamos en que las están siguiendo”, expresó Bonet.
El entrenador definió el principal objetivo que tiene el equipo: “Que las chicas nuevas se afiancen, se sientan cómodas y las que ya venían jugando encuentren de nuevo la motivación y el placer de jugar al handball de manera competitiva. Esto no tiene que decaer porque lo hacemos muy a pulmón, no hay objetivos más complicados o que impliquen mayor desafío. El desafío más grande es volver”.
Desde las jugadoras
Candela Tissera, jugadora del conjunto “académico” recién subida al plantel de primera división se refirió a lo que conlleva este parate: “Nos tiene bajoneadas, porque como equipo arrancamos con muchas ganas de jugar y compartir entrenamientos. Estamos todas muy ilusionadas por poder jugar. Personalmente subí el año pasado a Primera y todavía no pude compartir un campeonato como hicieron la mayoría de las chicas”.
En relación a la importancia de la competencia, Tissera indicó: “Es súper importante, es lo que necesitamos para poner en práctica todo lo que hacemos en los entrenamientos. Quedaron las ganas de defender la camiseta y el escudo, ya que representar a la Uni es un orgullo muy grande”.
Por último, la jugadora de Universidad reflexionó sobre la importancia de motivarse dentro del grupo: “Se hace muy difícil en cuanto a lo anímico seguir haciendo las cosas que hacemos siempre. El handball es nuestro cable a tierra y la escapatoria para los problemas que tenemos. Por ahí el simple hecho de correr juntas nos daba la motivación para seguir”.
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