El campeonato más importante de mujeres que
organiza la Asociación del Fútbol Argentino llegó a una de las etapas más
destacadas de la definición, las semifinales. Los equipos protagonistas son los
cuatro más poderosos de los últimos años: UAI Urquiza, Boca, River y San
Lorenzo.
Lejos de jerarquizar el torneo y ante una
gran oportunidad de querer mostrar el supuesto crecimiento de un fútbol que
quiere ser profesional de verdad, la AFA buscó uno de los peores horarios para
los dos encuentros: UAI Urquiza
– River se jugará a las 9 de la mañana del próximo sábado en el campo auxiliar
de San Lorenzo; mientras que Boca – San Lorenzo se programó un día después, al
mismo horario y en cancha de la UAI.
¿Se imaginan una semifinal del fútbol
masculino un sábado o domingo a las 9 de la mañana? Sólo hace falta recordar
cuando los dirigentes ponen el grito en el cielo cuando los partidos se programan
los domingos a las 11 de la mañana, argumentan «que es muy temprano» y «no los
ve nadie».
Una vez más aparece la desigualdad y el doble
discurso de parte de quienes dirigen el fútbol argentino. Mientras hablan de
proyectos, de enormes crecimientos, de generar estructuras sólidas, de buscar
todo tipo de promoción y tantas otras cuestiones que pueden ser hermosos
títulos periodísticos para el mundo del fútbol femenino, con estas acciones
demuestran que están lejos de querer un crecimiento real y sostenido en el
tiempo.
“Deseo ser el presidente de la igualdad de género en el fútbol argentino”, dijo alguna vez Claudio Tapia. «Chiqui», por ahora no se nota.
Fuente: La Diez