“Tenemos un fuerte deseo de vestir la camiseta de Atenas y representar al club de la mejor forma”
La frase pertenece a Antonella Tosco, futbolista del “albo”. La capitana para la pelota y hace un balance de lo que fue el año, habla del factor motivacional que tuvo el plantel para continuar entrenando a pesar del parate, las expectativas para el 2021 y el futuro del fútbol femenino regional.
De “tricolor”
a “albo”. De la autogestión en Fusión Fútbol Club, donde empezó a cumplir el
sueño de ser futbolista, a Club Sportivo
y Biblioteca Atenas, el equipo de sus amores. De una pasión a otra pasión.
El 2020 de Antonella Tosco significó la llegada
como jugadora a Atenas. El plantel que formaba parte de Fusión Fútbol Club
terminó por disolverse a finales de 2019 y la gran mayoría de sus jugadoras
buscaron nuevo rumbo en el “albo”, de la mano de Cristian Zúñiga como
entrenador. Un viejo conocido para ellas, que habían tenido al “Peca” de DT durante
dos años en Fusión.
La llegada a Atenas para Tosco tuvo un sabor más que especial al ser hincha de la institución. Ahora, además de seguir en las tribunas alentando, entrará al estadio “9 de Julio” como futbolista del club.
Con “Peca”
Zúñiga como DT, un emblema de la institución en su época de jugador, Yamila
Pérez como preparadora física y un plantel renovado, Atenas encaró este 2020
con un objetivo claro: el ascenso a la máxima categoría del fútbol femenino de
la Liga Regional de Río Cuarto. Tras el parate deportivo por la pandemia el objetivo
se postergó, pero el plantel fue uno de los pocos en la región que no frenó sus
entrenamientos a lo largo de todo el año. Ahora, la mira está puesta en el
2021.
El plantel se tomó un receso desde Navidad y en enero se retomarán los entrenamientos pensando en el regreso a la competencia de la Liga Regional, previsto para el 21 de febrero. En el medio, la capitana del equipo para la pelota y hace un balance de lo que fue el año, habla del factor motivacional que tuvo el plantel para no frenar nunca los entrenamientos, las expectativas para el 2021 y más.
Con la 7 en la espalda en el clásico amistoso ante Estudiantes disputado en febrero por la Copa Ciudad de Río Cuarto.
– Este año comenzaba una nueva etapa para vos y
parte del grupo de Fusión FC, ahora en Atenas. ¿Qué sensación te deja esta
primera etapa en el club en este año atípico?
– Me parece
que es un poco complicado hacer un balance o sacar una definición precisa de la
sensación que dejó todo este año tan atípico para la vida de cada una. Habíamos
empezado tomando una decisión que había sido súper difícil, dejar una institución
que nos había formado, nos había visto crecer como grupo, nos había dado
nuestra identidad como fue Fusión. Y decidir pasar a formar parte de otra institución
que no es cualquiera, es una institución que tiene mucha popularidad, una
trayectoria y una historia súper importante como lo es Atenas. Habíamos empezado
con todas las ganas y después sucedió lo que sucedió. Creo que la sensación es
un poco satisfactoria en el sentido de que pudimos mantener un compromiso, un
grupo y, a pesar de que tuvimos que postergar el objetivo, pudimos seguir
teniendo un sentido de la responsabilidad en cuánto a lo grupal. En ese sentido
el balance o la sensación es positiva. Más allá de que todos sentimos que este
año ha sido una gran pausa.
– Atenas fue uno de los pocos planteles que se
mantuvo entrenando todo el año a pesar de no haber competencia. ¿Cómo se trabajó
la motivación para seguir?
– Sin dudas
que ese fue uno de los puntos que más se tuvo que trabajar a lo largo de este
año y que siempre estuvieron refrescándonos, tanto Peca como Yami. Era una
situación totalmente difícil, cada una tuvo que afrontar una realidad distinta,
se pudo tomar de una manera distinta todo esto que fue un cimbronazo. Y de
repente encontrarnos entrenando en nuestras propias casas, con espacios
reducidos, con pocos elementos y con modalidad que nunca antes habíamos tenido
como lo fue la virtual, fue realmente complicado. Pero me parece que ese fue
uno de los grandes éxitos de este grupo, más allá de que hubo altibajos como
era de esperarse, pudimos seguir manteniéndonos activas todo el año y eso nos
permitió seguir teniendo un nivel físico que tal vez no sea el óptimo o el
máximo que podamos llegar, pero nos mantuvo. Eso evitó que cayéramos en una inactividad
prolongada, que eso sin dudas iba a ser muy difícil de retomar en meses en
donde la actividad se abrió y podemos entrenar de una forma más normal.
“Fue uno de los grandes éxitos de este grupo, más allá de que hubo altibajos como era de esperarse, pudimos seguir manteniéndonos activas todo el año”
– ¿Qué balance haces de este año?
– Es muy difícil
sacar saldos de un año tan diferente a lo que veníamos acostumbrados. Donde
pasaron un montón de cosas, donde emocionalmente fue muy difícil de
sobrellevar, donde tuvimos que enfrentarnos como sociedad y como individuos a situaciones
que no nos imaginábamos, o solamente podíamos ver o leer en un libro o una
película. En ese sentido, más allá de que el ser humano tenga una capacidad
impresionante para adaptarse, creo que no hay que dejar de recordar que fue una
situación muy difícil para todos. Y que todavía no ha concluido. Más allá de
que uno sienta que hay un cierto relajamiento, de que ya hay otro conocimiento,
de la posibilidad de la vacuna, queda rondando una alerta o una especia de
incertidumbre. Creo que si uno tiene que sacara un positivo de todo esto, es
poder haber mantenernos a pesar de todo eso. Comprometidas con un grupo que es
muy unido y que ante la dificultad no se soltó la mano. También un trabajo
impresionante de nuestro cuerpo técnico, de Peca y Yami que siempre estuvieron
detrás. Siempre manteniendo la seriedad de trabajo más allá de las condiciones
en las que tuviéramos que entrenar. En ese sentido, el espacio fue también de
contención y de dar un poco de estructura a días que por ahí resultaron como
muy desordenados. Lo positivo es eso, que todavía seguimos teniendo ambiciones
y que tenemos un fuerte deseo de vestir la camiseta de Atenas, de participar de
la competencia que venga el año que viene y representar al club de la mejor
forma. Seguir superándonos nosotras mismas como equipo año tras año.
Atenas disputó una serie de amistosos tras la habilitación del fútbol 11.
“Tenemos un fuerte deseo de vestir la camiseta de Atenas, de participar de la competencia que venga el año que viene y representar al club de la mejor forma”
– Ya se confirmó febrero como el mes de regreso de
la competencia en la Liga Regional. ¿Qué expectativas tenes para el arranque
del 2021?
– Todavía soy
muy cautelosa con respecto a las programaciones que hay para el año que viene.
Si bien es cierto que se confirmó el reinicio de la competencia para fines de
febrero, y al parecer hay un número importante de clubes que van a participar,
esta situación por ahí nos ha hecho mantenernos un tanto alertas de las
planificaciones a largo plazo. Por lo pronto tengo muchas ganas de volver a la
competencia, de poder volver a planificar entrenamientos en la semana
direccionados a un partido específico. A sentir la adrenalina y la motivación
propia de estar jugando por algo. En ese sentido, las expectativas son las
máximas. Esperemos que la situación nos acompañe y que efectivamente podamos
reanudar la competencia el año que viene como se tiene previsto.
“Tengo muchas ganas de volver a sentir la adrenalina y la motivación propia de estar jugando por algo”
– ¿Cómo ves al fútbol femenino regional en general
para la próxima temporada?
– Por lo que
tengo entendido se han anotado varios clubes para participar del torneo que
arrancaría el año que viene. En ese sentido me parece que hay un trabajo firme
que se viene manteniendo. Hay un piso desde el cual ya no hay vuelta atrás y
solamente queda seguir edificando hacia arriba. El próximo salto obviamente que
son las inferiores. Pero me parece que ya hay una estructura que permite pensar
en seguir avanzando. Hay un número de equipos que se viene revalidando año tras
año y que se va incrementando, cada vez hay un mayor compromiso por parte de
los equipos, una mayor competitividad en la Liga. Eso obviamente que uno lo ve
como súper positivo y te hace pensar que año tras año la competencia va a ir
mejorando y más chicas van a poder ir sumándose, que los clubes van a ir
prestando más atención y dedicando mayores esfuerzos para mantener sus
planteles en un gran nivel. Porque ya hoy la competitividad y los niveles de
entrenamiento que maneja cada uno de los equipos te obliga a tener un nivel de
exigencia mayor. En ese sentido me parece que está bueno, que vamos hacia un
buen lugar, que no hay que relajarse. Quienes tenemos la posibilidad y el privilegio
de ocupar lugares en los distintos equipos tenemos, ya sea como jugadoras, preparadoras
físicas o técnicas, tenemos que hacerlo con la responsabilidad que eso demanda.
Porque en gran parte el crecimiento y el avance del fútbol femenino en la
región depende de nosotras.
Fotos: Instagram @atenasphbrisao Redacción Al Toque