Matías Della Mea es jugador de la primera división de básquet de Acción Juvenil y, además, vicepresidente de la institución. El dirigente se refirió a su manera de afrontar el doble desafío de manejar los hilos del club mientras continúa picando la “naranja”.
“No hay nada mejor que casa” reza la lírica de “Té para
Tres”, una de las canciones más populares de Soda Stereo, compuesta por Gustavo
Cerati. Sin dudas, cada deportista puede adjudicar el mote de hogar a un club
que llevará para siempre en su corazón, ya sea por resultados deportivos,
crecimiento personal o haber vivido toda su carrera en un solo lugar.
Son días en los que el mundo del deporte está conmocionado
por la partida de Lionel Messi del Barcelona, el club que fue la casa de la “Pulga”
durante toda su vida futbolística. Fanáticos de todas partes del mundo jamás se
lo imaginaron con otra camiseta, algo que sucederá a partir de la próxima
temporada.
Para traer nuevamente ilusiones a aquellos amantes del
deporte que hoy se sienten “vacíos” existen casos como el de Matías Della
Mea, todo un hito en la ciudad. Lo que sí, deberemos cambiar el chip y
dejar el verde césped para pasar al piso de parquet.
En julio de 2018, hace poco más de dos años, la flamante
dirigencia de Acción Juvenil asumió su cargo en la institución ubicada
en calle Hipólito Irigoyen. La particularidad de la nueva comisión directiva
radicaba en la figura de su vicepresidente, jugador de la primera división
de básquet al mismo tiempo.
“De algún modo creo que junto al resto de los chicos del
club queríamos devolver un poco de todo lo que nos dio, más allá de lo
deportivo. La comisión la conformamos entre jugadores y ex jugadores del club”,
comentó Della Mea en exclusiva con Al Toque Deportes.
Conocer tu casa
Della Mea comenzó a jugar al básquet a los cinco años de
edad, una pasión que hoy, con 32 años, nunca se detuvo. Con una carrera en
varios clubes de la ciudad, recaló nuevamente en su primer amor: Acción Juvenil.
En 2018, las ganas de formar parte de la comisión directiva en la figura de la
vicepresidencia tocaron la puerta del, hasta entonces, solo jugador de primera.
“No sé si hay ventajas o desventajas de mi posición. Es
loco, porque yo practico una sola de las tantas disciplinas que el club tiene.
Más allá de que esté relacionado con el básquet como deporte principal, la institución
se conforma con el cien por ciento de las actividades. Lo mío es chiquito y
colaborativo, detrás de un grupo de gente que trabaja mucho por el club y trato
de hacer ambas cosas con la misma pasión”, expresó Della Mea con respecto a su
doble posición.
Si bien no existe una carga especial por cumplir ambas
funciones, Della Mea reconoció la virtud de trabajar junto a un grupo que
conoce el club de memoria: “Sabemos sus pormenores y hacia donde vamos. Tenemos
conceptos muy claros y trabajamos para lograrlos. Todo es más sentido por el
hecho de tener conocimiento del club”.
Actualidad dirigencial y deportiva
El año 2020 comenzó con grandes expectativas para Acción
Juvenil, con la incorporación de un nuevo cuerpo técnico al mando de Emanuel
Garello. La pandemia y el parate competitivo dejó en las gateras el inicio
de temporada para el club y los jugadores. “Veníamos bien como grupo, nos
estábamos preparando y teníamos mucha ilusión”, afirmó Della Mea.
Matías Della Mea (arriba a la derecha), parte del equipo de primera y vicepresidente de la institución.
El vicepresidente se refirió a la apuesta dirigencial
para este año: “Todos los cañones los tenemos apuntando a potenciar las
escuelitas del club, llenarlas de chicos. Lo habíamos logrado y mantenemos esa
expectativa”.
La pandemia afectó considerablemente las economías de los clubes de la ciudad y la región. El caso de Acción Juvenil no difiere de los demás: “Tomamos la decisión de priorizar la parte humana. Mantenemos los sueldos de los profesores al día y todo lo referido a cargos impositivos quedará postergado hasta que el club se reactive y genere fondos”, aseveró Della Mea.
La motivación es uno de los ejes centrales para mantenerse
en pie durante esta situación. A su vez, es lo más difícil de lograr para el
jugador-dirigente: “Se notó que muchos socios dejaron de pagar la cuota y
nosotros entendemos la realidad económica de cada familia en la que el club
deja de ser una prioridad”, explicó.
“Tomamos la decisión de priorizar la parte humana con la gente del club y dejar los cargos impositivos para cuando todo se reactive”
Matías della mea – vicepresidente de acción juvenil
Para los más chicos es un desafío aun mayor conservar el
espíritu deportivo y las ganas de continuar entrenando de forma individual y en
casa. En este sentido, Della Mea expresó: “Nosotros como deportistas de primera
división sabemos y conocemos nuestro cuerpo, cómo mantenerlo y alimentarlo para
cuando toque regresar. El problema radica en los chicos, que no tienen
incorporada esa rutina. Para ellos no es lo mismo estar en el club con sus
compañeros, divirtiéndose y jugando, que hacerlo a través de una pantalla. Eso
va mucho más allá del deporte en sí”.
Cabe destacar que la Federación de Básquet de Córdoba
presentó múltiples protocolos para el regreso de la disciplina, con actividades
de movilidad individual. Hasta ahora, el COE central no aprobó la vuelta del
básquet en ninguna modalidad por ser considerado uno de los deportes con más
riesgo de contagio de la enfermedad.
Mirar hacia atrás
Con dos años cumplidos recientemente al frente de la vicepresidencia del club, Della Mea concluyó con una reflexión sobre el doble desafío que decidió afrontar: “Estoy muy contento, lo tomo como un crecimiento individual ya que no tenía mucha idea del área. Me encontré con que ser dirigente de un club es mucho más que solo básquet, es toda una institución”.
El aprendizaje personal y los resultados visibles en el club son los más gratificantes para el vicepresidente de Acción Juvenil: “Al principio fue bastante complicado, porque había cuestiones de balances y demás que demandan mucho tiempo. Desde la perspectiva de deportista, uno piensa otra cosa pero poco se ve del esfuerzo que se hace puertas adentro. Pudimos cambiar cosas en la infraestructura del club, pintamos la cancha y las paredes, arreglamos los vestuarios. Son cosas tangibles que los socios ven y es reconfortante cuando lo disfrutan y te lo agradecen”.