Un domingo en el que llovió solo para el fútbol femenino

El domingo llovió como se podía anticipar en casi todos los pronósticos. Llovió poco, apenas unos milímetros, y llovió hasta antes del mediodía… como también preveían casi todos los pronósticos.

Se podía anticipar un desarrollo normal del domingo de fútbol liguero, pero la jornada no completó todos sus partidos programados. Sí todos los de la Primera A y Primera B del fútbol masculino, pero no todos los del Oficial Femenino, que apenas jugó uno de sus encuentros: Estudiantes versus Toro Club (2-0) que comenzó a las 11 de la mañana, justo unos minutos antes de la decisión de suspender el resto de la fecha del fútbol femenino.

Podría pasar desapercibido, que se suspendieron algunos partidos y listo. Pero no debería ser así. Si vamos a frenar la pelota, usemos esa pausa para reflexionar en pos de la construcción y el crecimiento de nuestra disciplina.

¿Por qué se tomó la decisión de suspender cuando todo indicaba que iban a estar dadas las condiciones para jugar? Mientras se suspendían siete partidos del femenino, había acción en dos canchas de la ciudad de Río Cuarto: en el Estadio Parque Sarmiento (Banda Norte – Universidad: Primera B masculino, misma cancha donde más tarde hubiesen jugado Banda Norte versus Atenas por el femenino) y en el Predio Aimar (Estudiantes – Toro Club; Oficial Femenino). Mientras se suspendían siete partidos del femenino, seguían en pie todos los encuentros del masculino de Primera División programados para la jornada. Si se suspende un partido es porque las condiciones no están dadas para jugarlo… pero, si se jugaron partidos durante todo el domingo en distintas canchas es porque las condiciones sí estaban dadas. Sí, la cancha de Santa Paula en Carnerillo tenía muchos charcos de agua y el partido ante San Martín programado para las 14 horas posiblemente estuvo bien suspendido. Pero el análisis debe ser más macro.

¿Se tomó la decisión por el cuidado de las canchas? No sería justo si no se tiene el mismo criterio para todo. ¿Se tomó la decisión porque el calendario por ahora lo permite? Es cierto que no corren los tiempos, porque quedan por jugarse, como máximo, cinco partidos para los equipos que sean finalistas de cada zona (Campeonato y Reválida). Pero deberíamos tener otro enfoque, porque hay ocho planteles a los que se les acabaría la temporada en dos fines de semana: los cuatro de cada grupo que no clasifiquen a semifinales. Demasiado temprano.

* restan por disputarse dos fechas en cada zona + semifinales ida y vuelta + finales

Además, cabe recordar que el Oficial Femenino tuvo en julio un parate de quince días, en el marco del tradicional descanso del Infanto Juvenil de varones por las vacaciones de invierno de los niños. Esas dos semanas el fútbol masculino de Primera División siguió su curso normal. El pasado fin de semana tampoco hubo acción para el femenino por la Instancia Provincial de la Copa Federal que se disputó en Villa General Belgrano.

Puede que este fin de semana nos dé pie a otros análisis. ¿Cómo se toman las decisiones que afectan al fútbol femenino? ¿Se prevé a inicio de temporada qué cantidad de partidos van a jugarse, teniendo en cuenta que jugar más es la única forma de crecer más? La idea no debería ser alargar, si no tener más partidos, algo que va de la mano a proyectar tener más equipos y que no haya bajas (del 2020 al 2022 hay cuatro equipos menos). Aquí podríamos tener en cuenta también que el Torneo Juvenil femenino de Sub 14 y Sub 16 apenas jugó tres fechas en lo que va del año. ¿Hay dirigentes trabajando, tanto en la Liga como en los clubes, para el fútbol femenino? ¿Qué lugar ocupamos las jugadoras en esa construcción? ¿Qué estamos haciendo, o qué no estamos haciendo, desde el espacio que ocupamos en nuestros equipos, nuestros clubes? También debemos hacer autocrítica, ojo, no sólo ser críticas para afuera.

¿Cómo construimos un fútbol femenino que crezca en cantidad y en calidad? ¿Nos estamos pensando a largo plazo o sólo viendo que torneo se puede armar con los equipos que se inscriban a inicio de temporada? ¿Qué se hace con los equipos que se dan de baja? ¿Se hace algo? ¿Importa? ¿Estamos pensando de qué manera hacer que tengan más competencia las juveniles? ¿Estamos planificando que haya en el futuro cercano competencia también para infantiles?

Si vamos a frenar la pelota, usemos esa pausa. Capaz, entre tods podamos tirar paredes y hacer golazos para nuestro fútbol femenino. Sobre todo, para el de las pibas que vienen.

Por Delfina Vettore, integrante de la Cooperativa de Trabajo Al Toque Ltda.