¡VIVA DIEGO!

Él ya lo hizo todo. Ahora es nuestro turno.

De chico fue Pelusa y lo hicimos crecer de golpe para que se reciba rápido de Maradona. Pero no nos alcanzó con Maradona, la admiración nos llevó a quererlo más cerca y por eso recortamos el apellido y nos quedamos sólo con el nombre, como llamamos a los queremos mucho. Ahí nació Diego.

Y Diego fue Diego para todo el mundo, porque todos los quisieron a Diego en el mundo. Algunos mucho y por siempre, otros menos y de a ratos, pero ningún otro futbolista enamoró a tantas personas como Diego.

Pero Diego fue tan grande, que hasta se dio el lujo de despojarse del nombre completo para transformarse en un número. Es la referencia omnipresente y excluyente que eclipsa y aleja a todo aspirante a jugar su juego. Nació el 10. No hace falta decir su nombre, ni su apellido ni mencionar todos sus logros. Simplemente el 10.

Él ya lo hizo todo. Jugó, ganó, perdió, peleó, amó, sufrió y ahora como dice el tango, le toca partir. Es una absoluta mentira que se va con 60, si todo lo que vivió no entra en 300 o 400 años de cualquier persona normal. Pero él hizo de la anormalidad su normalidad. Ojalá algún día lo podamos aceptar y dejemos de pedirle que cuando se nos antoje sea normal.

Ahora nos toca a nosotros. Es nuestra pelea mantenerlo vivo. VIVA DIEGO CARAJO. Viva en nuestros recuerdos, en nuestras conversaciones, en la que vez que nos juntamos para ver el partido contra los ingleses y cuando llenamos las calles porque el Pelusa, Diego Armando Maradona, Diego o el 10, nos hizo vivir las emociones más profundas. Es nuestra obligación contárselos a los que no lo vieron, porque esta tierra de democracias frágiles tuvo un REY, ese fue Diego.

VIVA DIEGO.

Claudio Vasallo – Psicólogo deportivo y seguidor de Al Toque Deportes