Este lunes retornan a los entrenamientos los equipos de Liga Profesional y Tigre, de la Primera Nacional que juega Libertadores. Los primeros testeos arrojaron más de una decena de positivos de Covid-19, pero la decisión parece indeclinable. En el interior del interior también piensan en la vuelta, sin testeos y con protocolos “atados con alambre”.
Lunes 10 de agosto, se harán realidad las primeras prácticas
de los 24 equipos profesionales que compiten en la Primera División del fútbol
argentino. A ellos se les sumará Tigre, el único de la Primera Nacional que
adelantará su vuelta por competir en Copa Libertadores.
El regreso parece ser una decisión errada por diferentes
factores, pero queda claro que a esta altura predominaron más los intereses económicos
a la emergencia sanitaria. El verso que escuchamos todos los futboleros al
inicio de la cuarentena obligatoria. ¿Por qué verso? Porque el telón se
levantará cuando los casos positivos de coronavirus se duplicaron, las muertes
aumentaron e incluso el virus salió de Capital Federal y el Gran Buenos Aires.
La primera
demostración de que lo económico fue lo prioritario la dio la CONMEBOL,
quien le puso fecha de regreso a la Copa Libertadores (17 de septiembre) cuando
los argentinos participantes seguían entrenándose por Zoom.
Atrás quedó la frase de Claudio Tapia de que “todos
volverían cuando el país esté en Fase 4 de cuarentena”. A la orden del ente
sudamericano, la AFA inició reuniones con el Ministerio de Salud de la Nación.
De ahí salieron los protocolos sanitarios aprobados y
permiso oficial para el regreso a las prácticas. 10 de agosto para la Liga
Profesional (y Tigre), 2 de septiembre para los de Primera Nacional y
posiblemente entre el 7 y el 9 lo hagan los de Primera B, C, D y Torneo Federal
A.
Párrafo aparte, y tema de debate para otro momento, se lo
lleva el fútbol femenino, quien se enteraba que volvía este lunes 10, pero la
precariedad en su organización hizo que postergaran su reestreno.
La segunda
demostración de que la rentabilidad
inclinó la balanza por sobre los contagios fueron los “benditos” hisopados. Que
sí, que no. Y al final fue no.
La AFA no se hará cargo de los PCR (más efectivos para la
detección de contagio), sino los test serológicos, que indican que las personas
ya tuvieron en algún momento el virus e incluso los “falsos negativos” no
descartan que sean portadores de Covid-19.
Aquí parte una nueva desventaja de cara al regreso. Los
clubes más poderosos sí llevaron adelante los test más seguros, otros debieron
optar por los que ofreció AFA (serológicos).
Entre jueves y viernes de la semana anterior comenzaron a practicarse los primeros PCR. Tras los estudios, un total de 20 jugadores repartidos en River, Boca, Argentinos Juniors, Godoy Cruz, Independiente, Newell’s, Vélez y Patronato resultaron positivos de coronavirus.
Ricky Álvarez, Fabricio Bustos, Agustín Almendra y Thiago Almada son algunos de los primeros positivos en Primera.
Sin embargo, por enésima
afirmamos: lo prioritario es lo económico.
En el ámbito profesional se avanzó sobre incertidumbre y
muchos pasos en falso. AFA aceleró el retorno sabiendo que Argentina atraviesa
el pico de la pandemia. Con este combo de desorganización, emergencia sanitaria
y personajes nefastos, los entrenamientos volverán este lunes 10.
Atado con alambre
La frase de vieja usanza, que significa arreglar algo con
parches, sin ir a la cuestión de fondo, entra como “anillo al dedo” (otra del
meta lenguaje argentino) a las intenciones que tiene el Consejo Federal en
referencia al Torneo Federal Regional Amateur y las ligas del interior.
Este lunes comenzarían a delinear un protocolo “semi-profesional”
para oficializar el retorno a los entrenamientos en la primera quincena de
septiembre.
Según informó el sitio Ascenso
del Interior, el ente quiere hacer realidad la vuelta el próximo 7 de septiembre.
Sin descoordinar con las malas decisiones de AFA, aunque le agregaron “pimienta
y sal” a gusto.
En primera instancia el CF se ataja. Afirma que “siempre y
cuando la pandemia y las autoridades lo permitan” habilitarán los
entrenamientos para el Regional Amateur y las ligas del interior. Eso sí, las
ligas no estarán obligadas y serán eximidas de sanciones si disponen lo
contrario.
A partir de estas disposiciones dan otro salto hacia la
inoperancia. En el caso de las ligas no se exigirán testeos, mientras que para
el Torneo Regional se va a determinar más adelante, pero en caso de que se
realicen estarían cubiertos por AFA (serían los serológicos).
En ese marco, sólo se respetarían los primeros puntos del
protocolo sanitario “profesional”: higiene y distanciamientos obligatorios, no
más de seis jugadores por sesión de entrenamiento, lavado continuo de manos y
movilización a las prácticas de manera individual.
En tanto, la Liga Regional de Río Cuarto acata órdenes del
Consejo Federal de Fútbol. Si bien la Federación Cordobesa y algunas ligas del
sur de la provincia elaboraron pequeños bocetos de protocolos sanitarios, desde
el C.F “bajaron líneas” y nada arrancará hasta que no haya decisiones desde el
ente madre.
Esas decisiones por el momento parecen erradas. Símbolos de
la desorganización, intereses económicos y hechas a los empujones.
Mucho más notorias si tenemos en cuenta en el contexto en
que se están tomando. Con 242 mil casos positivos en todo el país desde la
llegada de la pandemia, 4523 muertes, y más de 6 mil contagiados por día.
Ni hablar del ámbito local, donde se desató un nuevo brote
en Río Cuarto, aparecieron más personas infectadas en General Deheza, Vicuña Mackenna,
General Cabrera, San Basilio y Las Higueras.
¿Acaso Belgrano de Vicuña Mackenna (único liguero en Regional Amateur) pensará en un retorno, cuando en la localidad hay más de 20 casos positivos que aparecieron en los últimos 10 días?
El fútbol vernáculo quiere volver “atado con alambre”.