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Volvió al fútbol a los 43 años y en su debut marcó ¡dos goles!

El riocuartense Julio Mugnaini decidió ponerse nuevamente los cortos para cumplir un sueño personal: que sus hijas lo vieran jugar. Lo hizo en Flor del Ceibo de Oncativo y en su primer partido pudo marcar por duplicado para la victoria ante Polideportivo de Villa del Rosario. “Es un broche que le quiero poner a mi trayectoria, lo hago por mi familia”, indicó el “tiburón”.

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Volvió al fútbol a los 43 años y en su debut marcó ¡dos goles!.

Julio Humberto Mugnaini nació hace 43 años (03/02/1979) en Río Cuarto. Sus inicios futbolísticos lo ubican en Asociación Atlética Estudiantes, donde como delantero fue parte de la gloriosa Categoría ’79 que tuvo a Pablo César Aimar como estrella principal.

En el “león” supo jugar hasta divisiones juveniles, hasta que llegó el turno de migrar hacia Belgrano de Córdoba. En Estudiantes, el “tiburón” tuvo una segunda etapa en la Primera División, jugando 12 partidos en el Argentino B 2007/08, donde anotó dos goles y fue dirigido por Juan José Irigoyen.

Pero sin lugar a dudas que el paso de Mugnaini por el fútbol está estrechamente vinculado con Belgrano, ya que en la temporada 2001 anotó uno de los goles más gritados en la historia del club de Alberdi. El “pirata” había perdido 1-0 la ida de la Promoción en cancha de Quilmes, necesitaba ganar de local pero el partido estaba igualado sin goles a falta de cinco minutos para el final. Hasta que apareció el “Tiburón”, que con 22 años marcó el gol tan ansiado para que Belgrano logre la permanencia.

Hizo 21 goles, entre 2000 y 2002. El más importante fue ese ante Quilmes, aunque Julio también recuerda el doblete que le hizo a Talleres en un clásico amistoso en febrero del 2001. Por lo especial de marcarle al eterno rival y porque coincidió con la fecha de su cumpleaños.

El “Tiburón” también jugó en Racing de Córdoba, Godoy Cruz de Mendoza, Villa Mitre de Bahía Blanca, tuvo un segundo paso por Estudiantes, hasta que decidió retirarse con 29 años en Guillermo Brown de Puerto Madryn. Estaba jugando B Nacional, el físico aun le respondía, pero cuestiones emocionales lo llevaron a colgar los botines.

Su nueva etapa lo vio involucrado en un trabajo familiar en el que compartía junto a su esposa. Aunque en el 2016 le tocó atravesar por el momento más complicado de su vida. Su mujer Karina se descompensó en una salida junto a sus hijas. Sufrió un ACV del que no pudo salir.

Con el lamentable suceso Julio debió reconstruir su vida y ocuparse de sus hijas Sol y Franca, que en ese entonces tenían 9 y 6 años. El “Tiburón” salió adelante con el apoyo incondicional de sus hermanas y allegados, y con el humor y picardía que lo caracterizan en cada charla.

Seis años después decidió volver a las canchas. Lo hizo con 43 años, con la misma pasión y dedicación que cuando era profesional. Mugnaini fichó para Flor del Ceibo de Oncativo, equipo que compite en la Liga Iindependiente y es dirigido por el entrenador Fernando Cantarini, con pasado como jugador en Belgrano de Córdoba y ex orientador de 9 de Julio de Río Tercero.

También comparte plantel con otro veterano como César “Hacha” Mansanelli, volante central que le ganó la Promoción a River jugando para Belgrano en 2012.

El debut de Julio fue en la tercera fecha del Torneo Apertura ante Polideportivo de Villa del Rosario. Y, como si fuera un cuento, anotó los dos goles en la victoria de Flor del Ceibo por 2 a 1.

Festejo dedicado para sus hijas, presentes en el debut del «tiburón» en su nuevo equipo.

“Siempre quería jugar al fútbol, pero por otras responsabilidades, la edad de mis hijas y muchas cosas más no podía hacerlo. Hace cinco años atrás lo veía factible, a esta edad lo veía muy lejano. Pero me interesó el proyecto de Flor del Ceibo, mis hijas crecieron y aún me sentía bien físicamente. Es por eso que volví y voy a ver hasta dónde me da”, dijo Mugnaini.

Y comentó sobre el debut: “En los minutos antes del debut sentí nervios, la adrenalina y el fuego sagrado lo tenemos siempre. Tenía mucha ansiedad por jugar, era una Liga que nunca había jugado y no sabía cómo me iba a ir. Además estaba mis hermanas Coty y Caro, mis hijas Sol y Franca y mi novia en la cancha. Fue muy emocionante, porque se dio todo como lo planee. Me siento muy feliz por volver a jugar y sentir esa adrenalina de pisar una cancha. Pensé que me iba a doler mucho más el cuerpo luego del primer partido ja ja, pero terminé bastante bien”.

El nuevo equipo de Mugnaini jugó dos partidos en la temporada actual: cayó ante Atlético Calchín, derrotó a Polideportivo de Villa del Rosario y tiene pendiente el juego ante Independiente de Oliva. Este domingo se presenta por la cuarta fecha, nada más ni nada menos que ante Unión, en el clásico de Oncativo.

“Entré con el pie derecho, mejor imposible, porque pude devolver la confianza con dos goles. Las cosas por el momento van saliendo bien, primero le tengo que agradecer al club y los dirigentes, porque no es fácil llevar a un tipo de mi edad, que si bien se cuidó mucho desde lo físico, pero el paso de los años le pesan. Y segundo tengo que nombrar siempre a mi familia, mis hijas Sola y Franca no me vieron jugar, sólo vivieron el reconocimiento que me hacía los hinchas de Belgrano. El hecho de hacer goles y dedicárselos hacen que el orgullo estén a flor de piel”, aseguró el “Tiburón”.

Y dijo sobre el equipo que se armó: “Flor del Ceibo es uno de los animadores. Junto con Unión, los dos equipos de Oncativo. Siempre hacen un esfuerzo para traer algún jugador de afuera y pelean el torneo, siempre teniendo en cuenta las imposibilidades económicas que pueden haber en una Liga como esta”.

El tiempo pasó para Julio, quien se retiró tempranamente del fútbol, se dedicó a otros negocios y ahora decidió volver con ¡43 años! Pero nunca dejó de entrenarse y de jugar “en serio”. De hecho antes de fichar para Flor del Ceibo jugaba los sábados en los torneos de la Ucfa, para el equipo Necaxa. Es por eso que no sorprende la condición física que presenta.

“Estoy pensando 100 gramos más que cuando jugaba profesionalmente, asique desde ese lado me siento muy conforme. Fernando Cantarini es el DT, con pasado en Belgrano, no podía creer en las buenas condiciones en las que estoy. Sé que llegué a un lugar donde todo es sacrificado, lindo pero sacrificado. Intento devolver la confianza con mucha pasión y responsabilidad. Sé que acá me van a exigir por mi pasado, pero yo solamente la empujo ja ja necesito más de los demás jugadores que de nadie. Hablando en serio, estoy totalmente agradecido con el club. Le meten la mejor de las ganas, suplen ausencias con esfuerzo y eso es muy valioso”, comentó el delantero.

“Esta es otra etapa en mi vida como jugador, ya tuve mi momento profesional y esto es un plus. Es un broche que le quiero poner a mi trayectoria, lo hago por mi familia. El equipo me exige por mi pasado, pero le soy sincero en que esto es paso a paso y que vamos por el camino correcto. Mi último partido había sido en Puerto Madryn con Guillermo Brown, tomé la decisión de cerrar un ciclo por cuestiones anímicas, desde lo físico me retiré bien. Ahora la vida me puso en esta situación y decidí volver a disfrutar. El hecho de que mi familia sea feliz hace que me aliente mucho más y tome el desafío con seriedad”.

Mugnaini en la categoría 79 de AAE, con Aimar incluido.

Mugnaini jugará estos 10 partidos que tiene el Torneo Apertura de la Liga Independiente y luego verá “para qué está” y si pudo dejar satisfechos a quienes lo llevaron. Biológicamente sabe que le queda poco como jugador de fútbol, pero no se ve aplacado por el paso del tiempo. El “tiburón” está más que contento por cumplir el sueño de que sus hijas y familiares lo vieran por primera vez dentro de una cancha. No pensó nunca en volver a los 43 años. Como sostuvo, para él “es un broche en su carrera”.

En el cierre, Julio se refirió a Estudiantes y a su ex compañero de la ’79 Pablo Aimar. Tuvo palabras de elogios para la campaña del “celeste” y se refirió al “payito” como el jugador “mejor que Messi”.

“Tengo muy buena relación con la gente de Estudiantes, suelo hablar con el presidente Alicio Dagatti, pero nunca estuvo en mis planes una vuelta. Siempre pongo al ‘celeste’ como un ejemplo de institución por lo que ha hecho en los últimos años, me pone muy feliz en el lugar en el que está, llegó de una forma muy ordenada y lo sigo haciendo. A mí me familiarizan mucho con Belgrano, pero la realidad es que sigo a ambas instituciones en la Primera Nacional. Me siento orgulloso del lugar donde salí, donde mi papá tuvo mucho vinculación, como así también con lo que hice en Belgrano”.

Aimar, Cabrera y Mugnaini en inferiores de Estudiantes.

“Suelo hablar con Pablo cuando coincidimos en mis viajes a Buenos Aires y él suele estar ahí. Pero obviamente que tenemos nuestras responsabilidades y no nos vemos tanto. La admiración hacia él es muy grande, para mí como jugador es mejor que Messi, y eso que como persona es mucho más. Me pone contento el presente que está teniendo con la Selección, ojalá pueda quedarse mucho más porque transmite muchos valores hacia los chicos”, sentenció.

Fotos: Flor del Ceibo / Archivo Al Toque
Redacción Al Toque

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