Rivera: “Generamos buena respuesta, porque el ritmo de juego está bastante bueno”

Seguramente este nuevo parate de actividades traiga consecuencias físicas y económicas para todos los actores del deporte que se vieron privados de continuar con sus competencias. Las nuevas restricciones, que vienen azotando desde abril pasado, detuvieron todos los campeonatos bajo la órbita amateur y tuvieron la intención de frenar el avance de la segunda ola de Covid-19.

Con el sistema de vacunación que completa rangos etarios claves en la población, el cambio de estación que se producirá en los próximos meses y la conciencia de la sociedad se han podido prevenir muchos casos y la curva de contagios comienza a bajar. Es por eso que varias actividades han retornado en funcionamiento, con horarios restringidos, capacidad limitada en sus instalaciones y cuidados sanitarios para la ocasión.

Es el caso de Fútbol Fusión, la innovadora propuesta que mezcla fútbol y tenis en un octágono y que funciona desde enero pasado en las instalaciones del Jockey Club. El proyecto tiene como cara visible a Germán Rivera, defensor de Juventud Unida de Río Cuarto, quien señaló que esta iniciativa ayuda a que los futbolistas mantengan el ritmo de competencia.

“Pudimos abrir las puertas el lunes dentro del Jockey. Gracias al reinicio del tenis, que nos permitió tener la misma cantidad de gente que ellos en nuestras instalaciones. Por el momento tenemos permitido abrir de 14 a 19, de lunes a lunes. Normalmente los sábados son cuando más movimiento tenemos en general, aunque los días de semana son preferentemente para los deportistas”, aseguró Rivera.

El nuevo deporte nació en Mendoza y es una mezcla del clásico fútbol tenis, tan popular en los entrenamientos, con vóley y padel. Fue inventado por el mendocino Matías García, ex jugador profesional de fútbol, con paso por Atlético Tucumán, Newell’s, Ferro, Boca Unidos de Corrientes, Independiente Rivadavia, entre otros.

El Fútbol Fusión se juega en una cancha octogonal y su principal característica es que el juego nunca se detiene y la pelota nunca “se va”. En este sentido, paredes y techo son parte del campo y pueden usarse para hacer rebotar el fútbol, lo que exige mucha creatividad, amplía las posibilidades de acción y exige al máximo el físico de los jugadores.

“Generó buena respuesta, porque el ritmo de juego está bastante bueno. En este parate el futbolista ha aprovechado para mantenerse con esta alternativa, porque ve cómo la pelota no se va nunca. Los de Juventud Unida vamos bastante seguido, hay chicos de Estudiantes y otros clubes que también lo hacen. Nos mantenemos en contacto con la pelota, sumás técnica y también te ayuda desde lo físico”, aseguró Rivera.

Y agregó: “Anteriormente habíamos organizado un campeonato con chicos que representaron a sus clubes, se llamó la Copa Liga. Se hizo bajo la modalidad de todos contra todos y se jugaba todas las semanas. Ahora en el reinicio vamos a intentar reanudarlo”.

«En este parate el futbolista ha aprovechado para mantenerse con esta alternativa»

Las reglas de este nuevo deporte están detalladamente explicadas en las puertas de cada microestadio. Son simples e intuitivas: Se debe hacer un saque con la pelota en el piso (a diferencia del fútbol-tenis, acá se debe “empalar” con el pie el fútbol), dos toques mínimos y tres como máximo por pareja, ninguna parte del cuerpo puede pasar la red, ni puede haber contacto entre rivales. Se puede jugar con cualquier parte del cuerpo, excepto brazos y manos.

Cabe agregar que no difiere ante edad ni sexo. Es un deporte permitido para cualquier ser humano. En ese marco, Germán detalló: “Hemos hecho torneos kids, de 10 a 15 años, como ha si también participaciones para gente más grande. Hubo casos de planteles de Liga de Profesionales que vienen a ponerse en movimiento acá y alternan con sus entrenamientos. Las mujeres han participado bastante también, hemos tenido una buena respuesta de ellas en los campeonatos y nos sorprendió para bien, porque en el inicio pensábamos que no iba a generar demasiada convocatoria”.

En materia de competencia, el Fútbol Fusión  se desarrolla por distintos puntos del país y es una de las prácticas más características del famoso Balneario 12 de Mar del Plata, donde varias figuras del fútbol argentino se reúnen cada verano. La intención del propietario de la sede riocuartense es expandirse por la región y posteriormente llegar a la competencia nacional a través de la Copa Argentina.

“La idea es realizar más campeonatos e integrar a más clubes para la Copa Liga. Y la otra a futuro es llevar canchas a pueblos cercanos, para tratar de hacer campeonatos interregionales. Posteriormente queremos participar en la Copa Argentina, ya tenemos la plaza desde Córdoba y nos enfocamos en ir a competir a Mar del Plata, donde se juntan todas las filiales”, concluyó Rivera.

Sobre un pasto sintético forbex especialmente preparado para evitar lesiones y que no pierda pique y velocidad el juego, el Fútbol Fusión aparece como una de las alternativas principales para los futbolistas, quienes comienzan a optar por preferencias en el tenis, el padel y el atletismo ante la falta de fútbol formal.

Redacción Al Toque
Fotos: Al Toque