Fútbol
Mano a mano con los Grassi
Jorge, de extensa trayectoria en el máximo nivel, atraviesa un impasse tras un último paso por Centro Cultural Alberdi; mientras que Mauro, uno de sus hijos, suma sus primeras experiencias como videoanalista y se proyecta como entrenador. Qué mirada tienen del fútbol, cuáles son los valores que manejan y cuán lejos está la Liga de categorías superiores.
Hay situaciones en que los sueños de los padres no llegan a ser realidad y, por consecuencia, su deseo deriva directamente en el de sus hijos más por obligación y desesperación de ellos mismos que por el simple placer de sus descendientes por quererlos cumplir realmente.
Sin embargo, hay episodios totalmente diferentes, los cuales, con ayuda del talento y la perseverancia constante, se transforman en verdaderos porque los hijos heredan ese amor incondicional por algo de sus progenitores y, sin pensarlo, se vuelven realidad más temprano que tarde. Y en el fútbol, estos momentos son muy frecuentes y gratos. Por esta última razón, hay muchos ejemplos de ex futbolistas profesionales que llevan el mismo apellido de aquellos que hoy corren, juegan, golean, sufren y disfrutan en el verde césped.
Claro está que no es algo novedoso, que se da casi habitualmente. Pero lo que sucede hoy en el fútbol de Liga Regional tiene registro poco registro. La vida “futbolística” de los Grassi sucede detrás de la línea de cal.
El forjador fue Jorge, técnico de vasta experiencia por competencias regionales y nacionales, que hoy transita un impasse dentro del ámbito. Grassi padre ha conducido los destinos futbolísticos de Estudiantes, Atenas, Lautaro Roncedo, Herlitzka, Ateneo Vecinos, Acción Juvenil, fue ayudante de Marcelo Fuentes en Patronato (B Nacional), y campeón liguero en Juventud Unida de Río Cuarto. Registra un reciente paso por Centro Cultural Alberdi, donde dirigió diez compromisos válidos al Apertura 2021.
Un escalón por debajo vienen sus hijos Bruno y Mauro. El primero fue su ayudante de campo en los últimos proyectos que encabezó; mientras que el segundo hace sus primeras armas como videoanalista, con tan sólo 20 años, y se proyecta como futuro entrenador.
Mauro Grassi ya realizó trabajos en Herlitzka de Las Vertientes, siendo ayudante del ex mediocampista Franco Chiaretta, y en Guillermo Brown de Puerto Madryn en Primera Nacional (con el DT Nicolás Vazzoler). Su última experiencia estuvo en Sportivo Desamparados de San Juan, equipo que milita en el Federal A y estuvo bajo las órdenes técnicas de Marcelo Fuentes.
Cada uno desde su lugar, ubicados en los extremos de una mesa chica, dejan su parecer del fútbol y cuentan cómo han transitado los últimos meses dentro del ambiente.
– ¿Qué le ha dejado el paso por Desamparados, Mauro?
– Desde lo personal fue una experiencia muy buena. Después desde las estadísticas sabemos que los resultados mandan, si bien hicimos un gran papel nos tocó quedar eliminados ante un dignísimo rival como Juventud Unida (San Luis). Fuera de eso he aprendido mucho, porque Marcelo (Fuentes) es una persona muy noble y muy atenta.
– ¿Ha notado diferencias entre la metodología laboral de una Liga y el Federal A?
– Creo que la metodología de trabajo en un Federal A es mejor que el de Liga Regional, pero por cuestiones de tiempo y recursos, no veo a los equipos de Liga tan alejados de ese desarrollo, al contrario, es mucho más difícil aplicarlo acá sólo por cuestiones organizacionales. Gente capacitada hay y con buenas ideas, en este tiempo he podido no sólo conversar con ellos, sino que también aprovecho para ir a más de una cancha por fin de semana y ver lo que hacen domingo tras domingo.
– ¿Por qué se aleja de Alberdi y en qué ocupa su tiempo libre, Jorge?
– Cuando volví del fútbol profesional y decidí no salir más de la ciudad por cuestiones laborales dije que sólo trabajaba cuando hubiera proyecto y se pudieran cumplir. En Alberdi eso quedó a mitad de camino, no tienen nada que ver las voluntades, actitudes y ganas de las personas, pero sí el problema económico en el que está inserto toda la sociedad. Es por eso, que al no cumplirse toda la parte de lo proyectado decidí comunicar mi salida. A partir de salir de Alberdi me dedico de lleno a los proyectos de mi otra actividad laboral, en eso ocupo mis tiempos. En el día de hoy no veo algún club de Liga con un proyecto que me interesa, es por eso que no tengo pensado en volver por ahora.
– ¿Y cómo vivió esa última experiencia como entrenador?
– La experiencia en Alberdi fue muy buena, me encontré con gente excelente y humilde, con valores. Pudimos hacer una parte del proyecto, que es la promoción y formación de juveniles. De hecho terminamos las últimas fechas haciendo debutar a varios pibes del club, culminando su formación y acompañándolos desde el resultado.
– ¿Qué lo llevó a insertarse en mundo del fútbol, Mauro? ¿Su padre fue una motivación?
– Siempre tuve ese punto de vista del fútbol en mi casa, porque con mi familia nos sentamos a hablar y compartir momentos referidos al deporte. Puede ser una motivación el hecho de que mi papá se haya dedicado mucho tiempo a eso.
– ¿Imprescindible el videoanálisis en estos tiempos? ¿Incluso en Liga Regional?
– Mauro Grassi: El videoanálisis es una moda, los que no están de moda son los videoanalistas. Es por eso que a veces se ejecuta mal y sin conceptos, el análisis de videos no es cuestión de hacer un curso y ponerlo en marcha, hay que seguir capacitándose y sobre todo tener siempre presente los conocimientos previos que traes del fútbol. En Liga cada vez se intenta trabajar mejor, algunos tienen videoanalistas, otros nutricionistas o coach, me parece genial, porque todo sirve para crecer.
– ¿Se sigue hablando de fútbol en casa? ¿Comparten ideas?
– Jorge Grassi: Hay dos puntos de vistas a la hora de hablar de fútbol, a veces cuando lo digo cae poco simpático. Uno es el concepto pasional, el del hincha, que analiza poco y se deja llevar por los sentimientos, y el otro es el concepto que tienen los que están adentro del fútbol. En mi caso intenté inculcarles a mis hijos éste último costado, con observaciones técnicas y profesionales, busco que ellos entiendan más de juego y no se dejen llevar por el simple hecho de los colores. Lo hablamos siempre y por supuesto en este tiempo lo continuamos.
– ¿Se proyecta ser entrenador, Mauro? ¿O está la posibilidad de ser ayudante de su hermano Bruno?
– Siempre nos tocó trabajar separados por el hecho de no coincidir. Cuando ellos estaban en Alberdi, yo estaba muy bien con Franco (Chiaretta) en Herlitzka. No tengo planificado un camino, me llevan más las emociones a la hora de analizar una propuesta, no priorizo lo económico, sino que me interesa el desafío. Me identifico por esos desafíos, si algún día me toca estar con mi hermano bienvenido sea, pero por lo pronto miro más allá también, con otros objetivos y proyecciones.
– ¿Qué desea de sus hijos que sus hijos se lleven del ambiente, Jorge?
– Quiero que mis hijos se lleven valores, no sólo del fútbol sino en la vida misma. Les deseo integridad, porque siempre es fácil estar en las buenas, es muy difícil ser íntegro en las malas. Tengo la tranquilidad de decir que siempre he estado en los momentos más complicados, obviamente tienen su precio, pero terminan siendo más reconocidos por los jugadores. En ese sentido deseo que ellos transiten ese camino, el de los valores humanos.
Fotos: Al Toque
Redacción Al Toque
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