Más deportes
El sueño olímpico
Macarena Ceballos selló su clasificación con Marca A para los Juegos Olímpicos París 2024 en el reciente Mundial de Natación disputado en Fukuoka, Japón. Repasamos una búsqueda de toda una carrera deportiva, pasando por un sinfín de momentos, que la llevarán a cumplir su sueño máximo a los 29 años.
Pararte y dar pelea. Una frase que simboliza el esfuerzo de toda una vida, sin que las adversidades frenen el objetivo interno. Ese objetivo, ese fuego interno, sin dudas es el que lleva Macarena Ceballos a través de este epitafio, marcado con tinta en su brazo izquierdo.
Es que, si hubiese que resumir la carrera deportiva de la riocuartense en pocas palabras, estas serían bastante adecuadas. Ceballos se repuso a las adversidades, se paró y dio pelea. Hoy, el deporte le devuelve un poco de aquel sacrificio atravesado para llegar hasta ahí.
Los Juegos Olímpicos son el sueño máximo de la carrera de cualquier deportista amateur. Llegar a representar al país en la cita deportiva más importante del mundo no es para todos, y no todos tienen las oportunidades. Algunos pueden disfrutarlo en más de una ocasión, otros por única vez, y a los demás quizás no les llega nunca.
Después de dos instancias fallidas, parecía que a Macarena le quedaba lejos el sueño olímpico. Sin embargo, la riocuartense perseveró y lo consiguió. A sus 29 años, en julio de 2024, participará por primera vez del máximo evento del deporte mundial.
La desazón de Rio
En 2016, Macarena Ceballos era casi un número puesto para estar en sus primeros Juegos Olímpicos, que se desarrollarían en la ciudad brasileña de Rio de Janeiro. La riocuartense había competido en sus primeros Juegos Panamericanos en 2015, en Toronto, Canadá, y apuntaba a lograr el boleto para el evento olímpico.
Superándose a sí misma en cuanto a rendimiento y marcas, parecía que la riocuartense integraría la lista final de la Confederación Argentina de Deportes Acuáticos (CADDA) para decir presente en Rio de Janeiro. Sin embargo, por poco, esto no fue así. A veces una milésima de segundo puede cambiar toda una historia. Algo así le sucedió a Ceballos.
En la natación, existen dos tipos de marcas clasificatorias para Mundiales y Juegos Olímpicos, entre otros certámenes internacionales. La Marca A le asegura al competidor un lugar entre las primeras 16 clasificadas, por lo que tiene asegurado su carril de competencia en la fase eliminatoria. En cambio, si se obtiene una Marca B, la convocatoria a participar queda a criterio de la Confederación nacional o de la Federación Internacional de Natación (FINA).
Por lo tanto, tras conseguir la Marca B en la prueba de 100 metros pecho, Ceballos quedó a la espera de una invitación de FINA que nunca llegó. De esta forma, la riocuartense se quedaba sin la posibilidad de su primera experiencia olímpica.
Tokio, la pandemia y el hombro
Luego de regresar a la cita panamericana en 2019 en Lima, Perú, “Maki” volvió a apuntar su preparación para quedarse con una buena marca que la clasifique a los Juegos Olímpicos Tokio 2020. Sin embargo, muchos factores dilataron esa posibilidad, que finalmente quedó nuevamente trunca.
El 20 de marzo de 2020 se estableció, en todo el territorio nacional, el aislamiento preventivo y obligatorio dispuesto por el gobierno nacional debido a la creciente pandemia de COVID-19. La famosa pandemia, que parece haber quedado algo atrás en el recuerdo, frenó toda la actividad deportiva del país.
La natación no fue una excepción. Mientras se investigaba sobre la proliferación del virus y sus maneras de contagio, la incertidumbre en la población fue total. Ceballos decidió volverse a Río Cuarto (ya está instalada en la Ciudad de Buenos Aires desde 2015) para pasar la cuarentena rodeada de sus familiares.
Recién en el mes de agosto pudo volver a entrenar. Lo hizo en donde todo comenzó: las piletas de natación del Centro 11, pertenecientes a Deportes Río Cuarto. La fundación le permitió a Ceballos entrenarse, ya que tenía un permiso especial por ser una atleta con proyección olímpica y que debía competir por la clasificación.
Para este punto, los Juegos Olímpicos fueron aplazados un año, hasta fines de julio de 2021. Varios deportistas lo tomaron como una nueva oportunidad de prepararse, enfocados en el objetivo de conseguir la clasificación a Tokio que quizás parecía lejana.
El 2021 comenzó brillante para Ceballos. Fue una de las principales figuras en el Campeonato Sudamericano de Deportes Acuáticos disputado en Parque Roca, en donde Argentina volvió a ser campeón después de 55 años. Allí se quedó con siete medallas en su cuenta personal y, a su regreso a Río Cuarto, hablaba de “una de las semanas más emocionantes de su carrera”.
Pero, cuando parecía que el sueño olímpico se acercaba otra vez, fue la propia Macarena la que le puso un freno a la ilusión. Al menos, por un tiempo, pero implicaba bajarse de la carrera por estar en tierras japonesas en los Juegos Olímpicos.
Alrededor de 2013, Ceballos comenzó a sentir molestias en su hombro derecho. Esas molestias la acompañaron durante todo su crecimiento en la natación y, con los años, no le impidió competir, pero se había tornado en un dolor insoportable que acarreó a la vida cotidiana.
Con una decisión clara, la riocuartense decidió someterse a una intervención quirúrgica en su hombro derecho en agosto de 2021, en plena competencia de los Juegos Olímpicos de Tokio. La operación no le aseguraba una recuperación al 100% de su hombro, pero valía la pena el intento.
El regreso, Asunción, los Mundiales y París 2024
Fue prolongado el post operatorio al que se tuvo que someter Ceballos, pero no tanto como quizás imaginaba. Los resultados de la intervención, que podían no ser benevolentes con la nadadora, fueron muy buenos.
En marzo de 2022, siete meses después de haber pasado por el quirófano, la riocuartense volvió a competir con buenas sensaciones en el Nacional Open en Parque Roca.
Los registros en ese torneo de Ceballos, con tan solo seis semanas de entrenamiento, fueron impresionantes. Quedó a solo siete centésimas de la marca mundialista en los 50 metros pecho. “Cuando vi la placa, pensé que funcionaba mal”, reconoció Ceballos a Al Toque Deportes en ese entonces, y amplió: “Era todo nuevo, habíamos puesto un punto de partida. No eran marcas buenas con respecto a lo que venía haciendo, pero era para volver”.
Se notaba a una nadadora que había regresado con hambre de gloria. Casi igualó tiempos similares a los que hacía antes de la operación con poco tiempo de preparación. Sin dudas, era un buen indicio para lo que vendría.
El clásico Troféu de Brasil le dio la clasificación al Mundial de Natación que se disputó en Budapest, Hungría, a mediados de 2022. Allí, compitió en las pruebas de 50 y 100 metros pecho, y fue descalificada en la de 200 metros pecho.
El gran objetivo del 2022 para Ceballos fueron los Juegos Suramericanos que se disputaron en Asunción, Paraguay. En ese torneo, la nadadora riocuartense ganó siete medallas y aportó la primera dorada de toda la delegación argentina en el certamen. Más allá de los flashes y podios, la riocuartense resaltó una palabra de su paso por Asunción: “Disfrutar”.
En diciembre, la vuelta al mundo la llevó a Melbourne, Australia, para competir en el Mundial de Natación de Pileta Corta. “Maki” ya avisaba que podía meterse en las grandes discusiones, ya que alcanzó la semifinal en la prueba de 50 metros pecho.
El comienzo de 2023 fue con todo para Ceballos: en el Argentino Open de Parque Roca ganó la prueba de 100 metros pecho y obtuvo la Marca A para el Mundial de Natación en Fukuoka, Japón, y para los Juegos Panamericanos Santiago de Chile 2023, que comenzarán el próximo 20 de octubre.
Luego de competir en el circuito Mare Nostrum por Barcelona y Mónaco con buenos resultados, la nadadora se enfocó en alcanzar el punto cúspide de su carrera en Japón. En su primera prueba, la de los 100 metros pecho, logró acceder a las semifinales y obtener la bendita Marca A, necesaria para que su nombre se inscriba (y no se borre) de la delegación argentina que estará en los Juegos Olímpicos París 2024.
Ceballos será la primera riocuartense en competir en Juegos Olímpicos desde la actuación de Rosa Godoy en la maratón de Rio 2016. Río Cuarto vuelve a tener representación olímpica de la mano de una soñadora incansable, que nunca se rindió para lograr su más grande meta. Macarena Ceballos dio pelea, vaya si la dio.
Fotos: COA / Peri Soler / Al Toque (archivo)
Redacción Al Toque
Este artículo fue posible a la autogestión de periodistas. Hoy necesitamos de vos. Te invitamos a que seas parte de la comunidad de Al Toque Deportes asociándote con un mínimo aporte mensual
-
Asociadoshace 5 días
Vigencia en estado puro: A punto de cumplir 80 años encara un nuevo desafío en la formación de jugadores
-
Fútbolhace 6 días
Regional Amateur: Los cruces de cuartos de final de la Región Centro
-
Fútbolhace 5 días
Axel Funes, el pichón de caudillo que coronó en Charrense
-
Fútbolhace 7 días
Acción Juvenil ganó en Suardi y está en cuartos de final del Regional Amateur