A dos años de la proeza sabalera

Gustavo Grazioli

Periodista.

“No hay plata para pagar esto, la gloria no se compra”, fueron las palabras de Luis “Pulga” Rodríguez frente a las cámaras de televisión, en medio de los festejos de ese primer campeonato de Colón de Santa Fe el 4 junio de 2021. Pasaron dos años de aquella hazaña en la que el pueblo sabalero pudo bordar su primera estrella en la camiseta y llevar un trofeo a su vitrina tras 116 años de historia.

Ese plantel, además de tener en sus filas al héroe de Simoca, estuvo integrado por Leonardo Burián; Facundo Mura, Facundo Garcés, Gonzalo Piovi, Gonzalo Escobar; Alexis Castro, Federico Lértora, Rodrigo Aliendro y Christian Bernardi, entre otros. Y con Eduardo Domínguez al frente de la dirección técnica – paso previo por Colón entre 2016 y 2019 – quien aprovechó esta segunda oportunidad en 2020/2021 (años signados por la pandemia de COVID-19) para tallar su nombre en el paredón de los ídolos rojinegro.

La proeza sabalera se dio en La Copa de la Liga Profesional frente a Racing en el estadio San Juan del Bicentenario. Derrotó 3 a 0 a La Academia y los gritos de gol  solo fueron de los jugadores porque todavía el público no podía asistir a los estadios debido a la emergencia sanitaria que azotaba el mundo y prohibía que la gente se junte. El fútbol no tenía hinchas, solo banderas desoladas que flameaban en las tribunas. Ni siquiera a Ray Bradbury se lo hubiera ocurrido algo así.

“Tengo en claro que haber salido campeón con Colón le cambió la mirada a muchos de mis pares hacia mí. Lo percibo. Pero yo sigo siendo el mismo, a mí no me modificó. Trato de crecer para estar a la altura, no de lo que dicen, pero sí del respeto que me demuestran” – le contó Domínguez a Clarín en marzo de 2022 – “Hubo llamados que no me esperaba de otros entrenadores para felicitarme y me fundamentaban la felicitación después del título. Siempre es grato cuando te dicen cosas personas que no crees que te van a llamar».

Pero previo a esta consagración, los santafecinos tuvieron algunos hitos destacados en su historia. Subcampeones en 1997 del Torneo Clausura de la mano del recordado Pancho Ferraro y un equipo que los memoriosos recitan como un tango: Leo Díaz; Ibarra, Medero, Rodríguez Peña y Unali; Aquino, Castagno Suárez, Uliambre y Saralegui; Castillo y Müller. También semifinalista de la Copa Conmebol al mando técnico de Jorge Olguín. Y un año más tarde – 1998 – el que escribiría un capítulo sobresaliente sería el Profe Córdoba, responsable de que el sabalero dispute los cuartos de final de la Copa Libertadores y termine como el octavo mejor equipo del continente.

Más acá en el tiempo, en 2019 jugaron la final de Copa Sudamericana y lamentaron una derrota por 3 a 1 frente a Independiente del Valle, que los dejó en la puerta de obtener un título internacional, aunque las portadas de los diarios destacaron una segunda epopeya: los 40 mil hinchas que arribaron a Asunción (Paraguay) y tiñeron de rojo y negro el estadio La Nueva Olla y sumado a eso: el show inolvidable de Los Palmeras que instaló en el corazón popular el tema Soy Sabalero.

Hasta que, en 2021, después de tanto trajinar, llegaron los laureles.

“Perdí con Atlético Tucumán ante River la final de una Copa Argentina, perdí luego contra Independiente del Valle en Paraguay, ya no podía esperar más. Salí campeón en el ascenso, pero en primera nunca. Le agradezco mucho al cuerpo técnico, que me preparó para todo esto, también a mis compañeros que siempre me cuidaron. Tengo una alegría inmensa”, explicó el Pulga y dio a entender lo que significó la estrella de 2021. Ese año, el tucumano fue elegido el jugador más representativo del fútbol argentino y además salió goleador de la competición con ocho tantos, algunos de ellos de antología.

El trofeo justificó el trabajo de un equipo, su historia y se ganó por un ratito la atención de la agenda de los grandes medios, que siempre se ocupan de River y Boca. Los números de ese conjunto que comandó Domínguez dicen que terminó primero en la fase regular con 25 puntos en 13 partidos jugados: siete triunfos, cuatro empates y dos derrotas. Que marcó 23 goles y sólo recibió 10. Y que en los tres partidos de playoffs (cuartos, semis y la propia final), sólo recibió un gol.

«¿Vos te acordás del Colón campeón? ¿Jugamos con un 9? Un técnico me llamó para decirme que había quemado todos los papeles. ‘Fuiste campeón sin delantero’, me dijo. Pero teníamos delanteros, teníamos mucha gente en ataque. Llegábamos constantemente con cuatro o cinco jugadores de ataque. Me empezó a marcar muchas cosas y me felicitaba. Él tenía una mirada diferente a la mía, pero me felicitó. Creo que fuimos el segundo o tercer equipo más goleador. Y jugamos sin referencia de área», destacó Domínguez en esa entrevista con Clarín, en las que dejó algunas pinceladas sobre su visión de la estrategia y sorprendió con algunos aportes que destrabaron esa idea de que en el fútbol está todo contado y ya no quedan casilleros para acorralar al rey.

Por Gustavo Grazioli.