Efemérides
Cumbre de Liga: Campeonatos históricos que conectan generaciones
Pedro Humberto Mansilla, Eduardo Bernabé Contreras y Agustín Cuello se reunieron para rememorar los títulos de la Liga Regional de Río Cuarto a nivel provincial y nacional en los años 1968, 1973 y 2025. Tres generaciones distintas, un mismo título, en una charla futbolera.

La Liga Regional de Río Cuarto volvió a estar en lo más alto de la provincia al obtener el campeonato de la Copa País hace un par de semanas. El selectivo conducido por la dupla José Sebastián Echeverría – Eduardo Giuliano doblegó en el duelo definitorio a su par de Oncativo, con un 1-0 en cancha de Banda Norte y un espectacular 2-2 en Oliva.
De esta manera se consagró como el mejor de la provincia y definirá con la Liga de Catamarca la final de la Región Centro para acceder a los cuartos de final de la Copa País, donde ingresan los mejores de cada Región.
Este logro colectivo enaltece a nuestro fútbol, pero por sobre todas las cosas lo vuelve a posicionar como uno de los mejores del país, rememorando lo conseguido en su similitud a nivel provincial en 1968 y en la índole nacional en 1973.
En 2025, el camino comenzó en fase de grupos, donde el selectivo regional culminó primero por sobre las Ligas Roca y Villamariense. Continuó con el choque ante la Liga de Río Tercero en la semifinal provincial, con victoria 2-1 de visitante y derrota por el mismo marcador de local, y pasando por penales. Y las finales mencionadas ante la Liga de Oncativo.

Lo de 1968 sucedió tres años después de haberse creado la Liga Regional. Con la llegada de grandes futbolistas (sobre todo de Córdoba) y la incorporación de equipos de la región como Acción Juvenil, Roncedo, Sportivo Belgrano e Independiente Dolores de General Cabrera, que se sumaron a los habitues Estudiantes, Atenas, Sportivo Municipal, entre otros.
Tras el título de Acción Juvenil de General Deheza en el primer campeonato de la Liga (1965), fue Asociación Atlética Estudiantes la institución que tomó protagonismo para ganar en forma ininterrumpida los campeonatos de 1966, 1967, 1968 y 1969. Así es como en ese contexto nació el seleccionado de fútbol de la Liga de 1968, con futbolistas pertenecientes a las mencionadas instituciones.
El camino comenzó con victorias ante la Liga de Sampacho y Laboulayense en las primeras dos fases. Ya en semifinales, contra Villa María, fue triunfo de Río Cuarto por 3 a 0 y empate 0 a 0 en la plaza Manuel Anselmo Ocampo.
En la final provincial el rival fue la Liga Cordobesa, plagado de jugadores pertenecientes a Talleres, Instituto y Belgrano. El 18 de agosto de 1968, la selección regional, con tres goles de Jorge Omar Pirro, ganaron por 3 a 2. Una semana después en Córdoba se jugó la revancha y la selección igualó 1 a 1, con otro tanto de Pirro.

Pasada la fase provincial, el selecciondo siguió en la Copa Dr. Adrián Béccar Varela, así en el primer cruce el rival fue el seleccionado de Concepción del Uruguay. La Liga ganó en Río Cuarto por 2 a 0 (Galván y Percello, los goles) y de visitante goleó por 5 a 0 (Miranda -3-, Percello y Aliendro).
En la siguiente instancia la Liga de Río Cuarto quedó eliminado con Santa Rosa – La Pampa. En Río Cuarto ganaron los visitantes por 3 a 1 e idéntico resultado se registró en el partido en Santa Rosa.
Sin dudas que el campeonato nacional logrado en 1973 es el título más importante de un selectivo de Liga Regional de Río Cuarto. Un 22 de diciembre de 1973 el fútbol de Río Cuarto y la región llegó a la cima del balompié argentino. El equipo que conducía Norberto Carrizo ponía al Imperio del Sur cordobés en la primera plana nacional al adjudicarse la copa Beccar Varela del torneo nacional de selecciones de ligas.
En el cotejo decisivo del cuadrangular final venció 3-1 a San Juan con goles de Aldo Arana, en dos oportunidades, y Francisco Gabasio para gritar campeón en cancha de Atenas. La victoria del selectivo de la Liga lo posicionó junto a Tandil en la cima de las colocaciones pero por haber marcado mayor cantidad de goles el combinado regional quedó primero en cuadrangular jugado en estas tierras.
En la Fase eliminatoria Río Cuarto superó a Huinca Renancó, con un 3-2 en la ciudad y un 3-3 de visitante. En las semifinales provinciales el selectivo fue más que Villa Dolores (1-1 y 4-2) y en la final provincial volvió a superar a Córdoba, tal cual sucedió en el 68. En cancha de Estudiantes fue 4-1 con doblete de Aldo Arana, Domínguez y Gabasio, mientras que en la capital fue derrota 1-2, con otro tanto de Arana.
Posteriormente, en octavos de final de la instancia nacional, fue Chaco quien quedó en el camino. Oberá en cuartos, con ese recordado viaje a Misiones; para meterse en el cuadrangular final con Tandil, San Juan y La Rioja.

De aquellos tiempos. Y de estos. Hablan Pedro Humberto Mansilla, exquisito mediocampista y gloria de Estudiantes que fue parte del plantel de 1968; Eduardo Bernabé Contreras, lateral con pasado y Banda Norte y partícipe del nacional de 1973; y Agustín Cuello, otra referencia de Banda Norte y actual delantero del selectivo en la Copa País 2025.
Con uno en cada línea, ubicados a lo ancho de la mesa y enfrente a los micrófonos, intercambian conceptos, rememoran momentos y habla de fútbol. De nuestro fútbol.
¿Qué significa para usted Humberto estar sentado acá haciendo esta nota?
Pedro Humberto Mansilla: “En primer lugar estoy agradecido por la invitación. Es un honor para nosotros. Y estar al lado de esta gente que está marcando una linda etapa del fútbol de Río Cuarto es una gran alegría. Con Contreras hemos sido compañeros y rivales, y a Cuello lo conozco ahora y me llevo una buena impresión, porque nos da la continuidad de lo que hemos sido. Estos torneos nos enriquecen y hacen crecer en todo tipo de cuestión”.

¿Qué significa para usted este momento compartido Eduardo?
Eduardo Bernabé Contreras: “Lo primordial de este momento es haberme reencontrado con este chico (Agustín Cuello) y con Pedro Humberto Mansilla, 1ue fue compañero y nos conocemos de toda la vida. Para mí es un honor compartir esta mesa. Agradecer a la Liga de Fútbol de Río Cuarto que no se olvida de los campeones del 68 y 73, y ahora reconoce a los del 2025”.
Humberto, ¿qué recuerdos guarda de ese torneo de 1968?
P.H.M: “A través de los años uno va recordando cosas muy gratas a nuestro sentimiento, porque en mi caso personal nací futbolísticamente con la Liga Regional de Río Cuarto. Hasta el 64 fue Liga de Football de Río Cuarto, y a partir del año siguiente, pasó a ser liga regional, y yo ya jugaba. Con la incorporación de importantísimos jugadores de la zona como Dolores, Acción Juvenil, Sportivo Belgrano de Cabrera, Roncedo, y luego los de Moldes, nos dieron un salto de calidad muy grande. Haber participado en ese momento de una Selección, donde había más de 100 jugadores para elegir, fue un placer. Lo llevo siempre en el corazón. El principal recuerdo es de la final contra la Liga de Córdoba, que jugó con el 100% de su poderío, ahí jugó Curioni, Saldaño, Cortez, que después marcaron un antes y un después en Instituto, Talleres y Belgrano. Bueno, nosotros fuimos más, con un histórico 3-2 acá y un 1-1 allá, con los 4 goles de Jorge Pirro”.
La llevamos siempre en el corazón y en nuestro recuerdo dice Pedro Humberto. ¿Qué nos podemos imaginar en usted Eduardo, campeón nacional en el 73?
E.B.C: “Quiero destacar el grupo que se había formado, éramos 22 jugadores que formaron un grupo fantástico. Una muestra fue lo que pasó antes de la final, donde se lesiona Eduardo Flesia y entra (Norberto) Garnero. Para la final con San Juan, Flesia ya tenía la posibilidad de volver, pero por una votación del grupo siguió Garnero como titular, porque ni se notaba si jugaba uno u otro. Éramos todos muy, muy parejos. Norberto Carrizo supo manejar el grupo de una manera espectacular. El ‘Cabezón’ fue un gran motivador, me acuerdo que contra Chaco (octavos de final del campeonato nacional) nos llamó con Domínguez (Carlos) y nos dijo que el 10 y el 11 no nos podían haber pegado el baile que nos pegaron en el primer tiempo, que teníamos que jugar como lo hacíamos en nuestros clubes, porque no había otros mejores. Entonces, Domínguez les pegó un sacudón y yo tiré un sombrero y un caño. A partir de ahí desaparecieron de la cancha”.

Agustín, en otro contexto, sobre todo por quienes conforman el seleccionado, es también meritorio lo del 2025…
Agustín Cuello: “Es muy meritorio y destacable de ‘Cacho’ (Echeverría), que conoce mucho de lo que es el paño de la Liga, a cada jugador y club. Acá hay un plantel 100×100 de chicos de la Liga, ningún foráneo. Creo que eso también nos marca. Hay un espíritu muy grande de todos y un sentido de pertenencia por la camiseta que representamos, se vio un poco en las finales, que chicos de 17 años dieron todo. Como dice siempre ‘Cacho’, este grupo tiene a Víctor (Beraldi), que junto con Cristian Acosta, Milton Cordeiro y quizá yo, lo embanderamos y tratamos de encaminar al resto. Ellos (Eduardo Contreras y Pedro Humberto Mansilla) destacaron el grupo, acá no pasó algo distinto. Los buenos grupos te ayudan muchísimo, se nota cuando salimos a la cancha el compromiso que tenemos con el compañero”.
Humberto, de dilatada trayectoria como jugador de fútbol en la región y en otras esferas nacionales ¿Qué representa este campeonato provincial en su carrera deportiva?
P.H.M: “Tener el honor de llegar a ser campeón es un mérito muy lindo y que queda para el recuerdo. En esa época era algo joven y me tocó acoplarme a jugadores de dilatada experiencia, como Anacleto Peano, que había jugado en Banfield, y otros muchacho con 5 o 6 años de más trayectoria. Lo mío fue acoplarme en todo sentido, porque en Estudiantes jugaba de 8 (volante por derecha) y en la Selección estaban Peano, Osvaldo Aliendro y Mario Palacios; así que la opción que me dio Sergio Ghergo (DT) que la pelee de 7, de win (extremo). Gracias a Dios todo salió bien. La Liga de Río Cuarto, por su grandeza y magnitud, merecían esos logros, que tuvieron continuidad en el 73 y ahora”.

Agustín, ídolo total en Banda Norte, máximo goleador en la historia. ¿Qué significa este trofeo provincial?
A.C.: “Es muchísimo, si bien por ahí no tomo dimensión de las cosas que voy viviendo, siempre trato de superarme. Le digo a los más chicos que vivan esto, lo disfruten. Vivo el fútbol de una manera especial, se me pone la piel de gallina cuando hablo de eso, porque pasé por un montón de cosas en la vida. Como decía un poco Humberto, yo también soy jugador de la Liga, hice inferiores, jugué en la A, en la B, conseguí títulos, ascensos, y la respiro. He tenido posibilidades de salir afuera y siempre opté por la liga, porque sé que es sumamente competitiva. Este recuerdo siempre queda en mi corazón”.
Eduardo ¿Qué significaba estar en este grupo selecto?
E.B.C: “En materia deportiva no se olvida nunca más. Yo tenía 10, 11 años cuando una persona del barrio me llevaba a la cancha de la liga De Río Cuarto y veía a la selección. Lo que primero miraba era la indumentaria, camiseta, media, pantalón y botines. Todo impecable. Vengo de una familia muy humilde. Se me salían los ojos cuando veía a esa clase de jugadores. Así que desde ahí soñaba con estar algún día entre esos jugadores. Se me dio en el 69, cuando fuimos eliminados en primera fase, y después en el 73, con un logro fabuloso. Que mi nombre esté en ese listado es un recuero imborrable y que me voy a llevar siempre”.
Para Humberto ¿Si tuviera que elegir a uno de esos jugadores, el más influyente en el equipo?
“Yo sólo digo que en las grandes campañas no se basa nada en uno o dos jugadores. Acá es el grupo, y también la suma de individualidades que hacen el conjunto. Si vos tenés 11 De 10 puntos no perdés nunca, si tenés 11 de 4 va a ser difícil. Nadie pone en duda a jugadores como Peano, Percello, Pirro, Fiandino, pero me gustaría nombrar al conjunto de jugadores. Y también el cuerpo técnico, porque hubo talentos que difícilmente hubieran funcionado si tenían ego. Cada uno cumplió un rol, más allá de que todos quisimos jugar; esos que te dicen que no quieren jugar y se bancan ser suplentes son mentiras, el ego del jugador es muy grande. Por eso rescato también la capacidad del técnico de tenernos a todos conformes. En definitiva, rescato lo colectivo por sobre lo individual”.
Agustín ¿Con qué momento de la Copa País se quedá?
“Me quedó con el partido en Gigena contra Río Tercero (semifinal provincial de vuelta). En realidad con la serie completa contra ellos. En la ida jugamos con niebla, siendo el primer partido que fuimos diezmados de jugadores, por así decirlo, y aparecieron chicos que no conocíamos. Y después la vuelta, que perdimos en los 90 minutos y pasamos por penales. Patearon chicos con gran autoridad y hasta pidiendo patear, ‘Cacho’ nos decía que hasta él se vio sorprendido por la personalidad que mostraron. Esa serie marcó un antes y un después y nos terminó de consolidar como grupo”.

Eduardo, en su caso ¿Se queda con algún momento de ese torneo del 73?
“Me quedó con el partido en Oberá. Una historia de película. Fuimos a Misiones con un 4-0 a favor y sabiendo que era casi imposible que nos den vuelta la serie. Pero lo que no imaginábamos era todo lo jodido que iba a ser. Nos instalamos en un hotel de Posadas, a pocos kilómetros de Oberá, y ya nos decían que no vayamos porque la íbamos a pasar mal. Cuando llegamos al estadio nos recibieron a piedrazos el micro, nos bajamos a dos cuadras de la cancha; el vestuario tenía como puerta un elástico de cama, ni puerta llegaba a ser. Techo de chapa, sillas de plástico para cambiarse. Un clima muy feo. Así y todo decidimos salir a la cancha, porque si no moríamos ahí adentro lo íbamos a hacer afuera (risas). Antes de empezar el partido los rivales nos dieron un paquete de yerba como para apaciguar todo, y nosotros decidimos dárselo a la gente de la tribuna. Un paquete de esos quedó enganchado en el alambre, se rompió, y creo que eso volvió a prender fuego todo. Al partido lo terminamos ganando, en realidad se suspendió en el segundo tiempo, entró la gente a la cancha, hubo lío con la policía y no sé cómo terminamos saliendo de ahí. Lo cierto es que 35 kilómetros después de Oberá nos bajamos del colectivo, nos sacamos la ropa de jugador, nos pegamos un baño con una manguera y comimos algo. Cuando llegamos a Río Cuarto todo fue distinto, un recibimiento único de un montón de gente”.
Humberto ¿Qué lugar cree que tiene La Liga Regional en la provincia y en el país?
“Muy preponderante, la historia así se lo marca. Estas cosas que estamos hablando nos dan una consolidación y una prestancia. Lo conseguido ahora recientemente marcan claramente el poderío que tiene Río Cuarto a lo largo de los años. Yo diría que sacando a la Liga Cordobesa, la principal es la nuestra. Su trayectoria es irrefutable”.
Fotos y video: Al Toque
Redacción Al Toque
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