Este mismo equipo que tropezó ante Arabia Saudita es el mismo que llegó a la Copa del Mundo con 36 partidos invictos. Que había ilusionado al país y que todavía lo mantiene con la misma ilusión. Pero al momento de analizar lo que fue la derrota deja aristas muy preocupantes.
En primera medida analizar la estadística que arroja que sumando a todos sus jugadores Argentina corrió 100 kilómetros, un promedio de 8 o 9 por jugador. Cuando en este tipo de competencias lo habitual es que cada jugador corra 12 km. Por eso, el nivel de la Selección ha sido muy bajo. Y no mejora este aspecto de la intensidad nos va a costar mucho. Porque más allá de la técnica individual de cada jugador debe acompañar con una intensidad física. Se notó que la velocidad del pase fue muy densa.
A la Argentina le costó doblegar uno de los sistemas más antiguos del mundo y uno de los más fáciles de contrarrestar. Y más aún si le sumamos que el rival era un equipo de no tanta jerarquía como Arabia Saudita. Y llamó mucha la atención como no tuvo herramientas para doblegar eso. Sabiendo que Arabia Saudita planteó este esquema, en ningún momento se vio un plan.
No diría que hay que cambiar muchas cosas. Lionel Scaloni sacó a los tres jugadores que no estaban aptos físicamente. A mi entender si no mejora en intensidad Leandro Paredes su lugar debería ser ocupado por Enzo Fernández. Cuando entró Fernández tuvo una presión constante.
No se trata de cambiar lo que se vino haciendo hasta ahora porque las cosas se venían haciendo bien. Hemos chocado ante rival que somos nosotros mismos. Debemos cambiar la intensidad de juego.
Y cierro diciendo que tengo muchísima fe para lo que viene y esperando que Scaloni haga su trabajo para el bien de la Selección Argentina.
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