Olave: “Seguramente siempre tenga a un Farré en mi equipo”

Guillermo Farré es uno de los últimos ídolos del Club Atlético Belgrano de Córdoba. Allí se produjeron los momentos más destacados de su carrera profesional en un ciclo que duró una década (2007 – 2017).

El mediocampista central quedó en la gloria eterna del club luego de ascender en el mítico Monumental y ante River Plate en la promoción 2011. Hecho histórico que entra entre los 20 más destacados del fútbol argentino. Esa tarde, que significó la revancha (luego del 2-0 en Alberdi), Farré marcó el 1 a 1 y condenó al “Millonario” a jugar en la B Nacional.

El ciclo de Guillermo en Belgrano duró diez años, sumó 327 partidos y marcó 15 goles. Sembró sentido de pertenencia, aunque no se fue como hubiera querido. En 2017 la dirigencia no le renovó el vínculo y partió hacia Sarmiento de Junín.

Su periplo en el “verde” de Iván Delfino duró dos temporadas. Farré disputó 52 partidos y anotó dos goles con la camiseta de Sarmiento. Además, en ambos torneos tuvo la oportunidad de jugar las finales por el ascenso a la Superliga, en primera instancia frente a San Martín de Tucumán y posteriormente ante Central Córdoba de Santiago del Estero. En las dos, el salto de categoría le fue esquivo.

La siguiente experiencia para Farré se produjo en Mitre de Santiago del Estero, club al que se incorporó a mediados del 2019 para disputar la Primera Nacional. En el “aurinegro” estuvo un año, tras el vencimiento de contrato – ocurrido el pasado 30 de junio – Guillermo miró hacia casa.

Farré quería volver a Belgrano.

A sus 39 años el expeditivo volante central indicó gestiones para el retorno al “pirata”. Mantuvo reuniones informales con los dirigentes para cumplir el deseo de sumar sus últimos minutos como profesional con la camiseta “celeste”. Desde Belgrano la respuesta fue negativa.

A partir del “no” recibido en Alberdi, Farré retomó las conversaciones con el otro “celeste” de la provincia. Asociación Atlética Estudiantes, en voz de su presidente Alicio Dagatti, hacía largo rato que deseaba contar con los servicios del mediocampista, aunque era respetuoso del vínculo afectivo que tiene Guillermo con la entidad “pirata”.

La historia terminó con final feliz para los de Río Cuarto, y con sabor agridulce para Farré: “Chapu” tiene la posibilidad de seguir siendo profesional en un club que peleará por el ascenso, aunque no pudo cumplir su sueño de retirarse en Belgrano.

Posterior al cierre de las negociaciones, y con Farré ya sumando sus primeras prácticas con la indumentaria del “león, quien salió a formar opinión fue otro peso pesado de Alberdi. Juan Carlos Olave, gloria de Belgrano, salió en defensa de su ex compañero y actual amigo.

“A lo mejor no termino de ser objetivo por una situación de cariño y amistad para con Guille, pero como entrenador seguramente tenga a un Farré en mi equipo. Después determinás si es titular o no, de acuerdo a sus condiciones, pero siempre tenés que tener a un jugador así adentro. Es importantísimo que un tipo con esa competitividad y calidad humana forme parte de un grupo, seguramente después hasta se termina imponiendo y ayude a la competencia interna. La situación en Belgrano se manejó mal, Farré es un referente y lo único que buscaba era retirarse con la camiseta que ama. No se le dio el trato que merecía”, sostuvo “JuanCa”.

«La situación en Belgrano se manejó mal, Farré es un referente»

Olave sobre el volante de estudiantes.

Lo cierto es que parece ser que la dirigencia, con Jorge Franceschi como presidente, en conjunto con el cuerpo técnico de Caruso Lombardi, no quiso el retorno del último ídolo. Se sostienen sobre lo que puede dar el mediocampista central dentro de la cancha dejando de lado lo simbólico.

“En nada (puede restar), fue un capricho de alguien y el deseo de que no esté (Farré). Hay un pensamiento obsoleto para que no esté, no me metería nunca con jugadores que son emblemáticos en un club, porque es un mensaje en derrame que mandás hacia abajo”, disparó Olave.

Y agregó: “Farré es un referente aunque ya no rinda, si es que es así. Porque el jugador de inferiores ya se referencia con esos tipos, por eso el mensaje que tiene que haber es de sentido de pertenencia. Guille dejó muchas cosas, resignó cosas, para ser parte de Belgrano. En este caso quedó demostrado que cuando servís estás adentro y cuando no te sacan para afuera. Acá no se respetó la esencia y la identidad”.

El ex arquero tiene una postura clara sobre la situación concluida entre Belgrano y Farré. Defiende al volante y siente una falta de respeto hacia una gloria del club. Más allá del mal trago que trajo este momento tenso, “JuanCa” ve muy bien lo que está gestando el “pirata” en referencia a la conformación del plantel.

“Belgrano tiene un muy buen plantel, llegaron jugadores importantes como Gervasio Núñez y Olivera, un central hecho a lo Belgrano, eso habla un poco de las características de jugadores del club. Olivera es la clase de defensor que siempre pregonó la institución, le va a dar solidez a una defensa que venía consolidándose en la parte final. Hay buen juego aéreo en una categoría en que la pelota parada es fundamental, sumado a la pegada de Gervasio. Creo que Belgrano cuenta con muchísimos recursos para pelear por el ascenso, más ahora que se abrieron las mismas posibilidades para todo por ir por eso”, indicó Olave.

Su segunda casa: Las Palmas

Olave tiene un fuerte vínculo con otra entidad cordobesa. Las Palmas marcó el inicio y el cierre de carrera de un arquero que pasó por Bolívar (Bolivia), Real Murcia (España), Gimnasia La Plata, River y se convirtió en leyenda en Belgrano.

Los “azules” del viejo camino a la calera cuentan desde mediados de 2019 con la presencia de “JuanCa” en sus funciones como entrenador. Luego de su paso dirigencial por Belgrano, Olave ahora apuesta con todo a la formación desde el banco de suplentes. Aunque como en todos los clubes pequeños, y sobre todo amateurs, realiza más de una función.

“Las Palmas es mi casa, ahí nos desdoblamos todos en funciones para ayudar al crecimiento del club. Después cada uno aporta también desde su profesión, hoy en día soy uno de los entrenadores junto  Darío (Cavallo). Al no haber competencias nos seguimos capacitando, porque las exigencias siempre son muchas, es por eso que desde todos los componentes seguimos en marcha a pesar del parate, este es un equipo de trabajo, siempre destaco eso, acá no sobresale uno por sobre otro”, dijo Olave.

“En el caso del plantel nosotros nos mantuvimos en contacto. Son 28 chicos que desde el principio respondían a los trabajos, pero obviamente con el correr del tiempo la motivación se perdió. Ahora queda a voluntad de ellos, es por el bien de cada jugador en cuanto a lo físico, pero sin presión. Es sólo para que no sientan tanto el cambio cuando se pueda volver al fútbol”, agregó.

Siguiendo la línea futbolística de Las Palmas, el entrenador de 44 años se refirió a la relación que mantiene con uno de sus dirigidos: su hijo Thiago.

“En ese grupo está Thiago, Pero lo manejamos bien. En un momento sintió la presión del apellido, pasó en una situación de Liga Cordobesa en una jugada brusca. Le dieron 15 fechas con 16 años como medida ejemplificadora y al otro involucrado sólo dos. Ahora ya está más hecho, el año pasado estuvo en la Tercera de San Martín de San Juan, y como el club descendió a Primera Nacional tenía que jugar en Liga sanjuanina, es por eso que optó por retornar y hacer lo mismo pero en esta Liga (Cordobesa). Inclusive se lesionó la rodilla, después de la recuperación, se sumó en noviembre con nosotros. Y sabe bien que no tiene privilegios ja ja”, cerró “JuanCa”.

Fotos archivo Mundo D / prensa Estudiantes / Prensa Las Palmas
Redacción Al Toque