“Para nunca más volver…”

El domingo 6 de agosto de 1995, el ambiente del rugby local se ponía en vilo por lo que podía ser la concreción del gran objetivo en la temporada de Uru Cure. El ascenso quedaba a la vuelta de la esquina, después de ganar de visitante su último encuentro ante el Círculo de Cadetes.

La “lechuza” llegaba a la penúltima fecha de aquel torneo con la gran posibilidad de cerrar el ascenso en condición de local. El rival sería Carlos Paz, que se posicionaba en el tercer lugar de la tabla del campeonato de Segunda División.

Diego Ghiglione, entrenador de la “lechuza” en ese momento y una de las figuras más destacadas en la historia del club, recordó lo que fue la semana previa al gran partido por el ascenso: “Estábamos tan ilusionados con poder definirlo de local que prometimos que, si ganábamos el partido anterior de visitante, hacíamos los últimos kilómetros del viaje de vuelta a Río Cuarto caminando”.

– ¿Cómo pasaron las horas previas al partido?

– La semana fue muy particular. Se fue cargando con la energía de jugar una final. El ascenso era lo que habíamos planificado todo el año. Recuerdo la previa, hicimos algo que no era frecuente. Nos fuimos a concentrar al Hotel Ópera. Era nuestra final del mundo, ascender y quedarnos para siempre en Primera.

Efectivamente, el sueño de toda la gente de Uru Cure era quedarse para siempre en la máxima división del rugby cordobés. La crónica de Puntal de ese partido, comienza destacando a la hinchada repleta de azul y gris cantando: “Este año Uru-Cu se va de la B, este año Uru-Cu se va de la B, para nunca, para nunca más volver”. El deseo de todo un plantel se trasladaba a toda la comunidad del club.

El encuentro se dio muy trabado, con un solo try durante la primera etapa a cargo de Gustavo Pincirolli en el que no hubo conversión. Uru mantenía una ventaja muy acotada hasta el descanso. “A los 5 o 10 minutos del segundo tiempo, el partido se destrabó”, recordó Ghiglione y no es para menos: en los primeros 16 minutos del segundo tiempo, Gustavo Rivero, una de las figuras del equipo, anotó dos tries.

Luego le seguirían los tantos de Esquenazi, Guerrieri y Repezza. Uru Cure venció 44 a 16 a Carlos Paz y se aseguró el ascenso a primera división. “Recuerdo la vuelta olímpica. Yo entrenaba a mis propios amigos con 25 años, por lo que fue muy lindo y a la distancia lo aprecio mucho”, rememoró el entrenador Ghiglione, quien hacía dupla junto a Michel Rorher.

Tras alcanzar el objetivo prioritario de aquel año, Ghiglione supo que el equipo estaba para demostrar mucho más en la élite del rugby provincial: “Al año siguiente le hicimos partido a todos los grandes de Córdoba. Nadie llega de un día para el otro a un éxito muy grande. Toda la edificación y construcción recién llegó con el torneo que ganamos en 2019, pero en aquel momento sentí una inmensa felicidad y que devolvíamos al club donde pertenecía”.

– ¿Qué puede decir de aquel plantel de jugadores que ascendió en 1995?

– Me tocaba entrenar a los mejores jugadores de esa camada. Te dabas cuenta que teníamos a uno de los mejores pilares de la historia de Córdoba como Gustavo Rivero, por ejemplo. El equipo salía de memoria. En la semana del ascenso, Roberto Mondino no había podido entrenar con nosotros. Había salido campeón con los Pumitas dos años antes, era un jugador muy importante y tuvo que entrar en el segundo tiempo. Ese equipo jugó en Primera hasta 1999/2000 y siempre le disputaron de igual a igual los partidos a los mejores rivales. Nunca bajaron los brazos y daban todo. Hubo una época en la que a Uru lo superaban físicamente, pero este equipo trabajó mucho eso. Tenían talento y era muy duro enfrentarnos en nuestra cancha.

– Salvando las diferencias, ¿cómo compara los recuerdos de aquel ascenso con los del Torneo de Córdoba ganado en 2019?

– Del ascenso que fue 25 años atrás recuerdo que salía de un problema personal muy fuerte y que me sentía uno más estando ahí adentro, aunque no jugara. Estoy seguro del agradecimiento que tengo por haberlo logrado. Tenía la idea fija y personal, quería que Uru Cure compitiera contra todos los equipos de la provincia. Sabíamos que no íbamos a lograr un campeonato inmediato. El Torneo del año pasado fue el sueño de mi vida y de cada uno de nosotros y es incomparable a todo lo anterior. De todas maneras, esos dos hechos como otros que vivimos dentro del club tuvieron su sabor especial.

Fuente: CEDAT (Centro de Documentación Al Toque)
Gráfico: Al Toque
Redacción Al Toque