Triple tarjeta roja a los prejuicios: la historia de Jawahir Roble
“¿Quién pensaría que una niña inmigrante negra nacida en Somalia con ocho hermanos podría arbitrar un juego de hombres en Inglaterra con un hijab?”, eso se preguntaba Jawahir, también conocida como Jawahir Jewels o simplemente JJ, que es la primera árbitra musulmana de Inglaterra. El diario The Daily Telegraph la definió como “la árbitra más notable de Inglaterra”. Su historia en una semana especial para el arbitraje femenino argentino.
El arbitraje
femenino crece cada vez más y deja historias muy lindas a su paso. “El
arbitraje femenino apostó doble y logró la aceptación de la mujer no sólo como
partícipe del ambiente futbolero sino también como máxima autoridad reguladora
dentro del verde césped”, citando al libro Miralas
Gambetear, haciendo referencia al arbitraje en el camino de lucha de las
mujeres y disidencias en el fútbol, ya sea como jugadoras, entrenadoras, dirigentas,
árbitras, hinchas o periodistas.
Sin ir más
lejos, este último 17 de septiembre marcó un hito en el arbitraje argentino y
sudamericano: ayer las árbitras argentinas Mariana De Almeida y Daiana
Milone se convirtieron en las primeras dos árbitras mujeres
en un partido de Copa Libertadores masculina. De Almeida fue
asistente en la caída de Racing ante Nacional de Uruguay, mientras que Milone
hizo lo propio en el triunfo de Defensa y Justicia frente a Delfín de Ecuador.
Mujer, inmigrante negra, musulmana y árbitra de fútbol
En esa semana especial para el arbitraje traemos otra historia de tarjetas rojas a los prejuicios. Jawahir Roble, también conocida como Jawahir Jewels o simplemente JJ, es la primera árbitra musulmana de Inglaterra. Nació en Somalia, al este del continente africano y creció en el noroeste de Londres con sus padres y hermanos. Junto a su familia llegaron como refugiados a Inglaterra. “¿Quién pensaría que una niña inmigrante negra nacida en Somalia con ocho hermanos podría arbitrar un juego de hombres en Inglaterra con un hijab?”. Cabe mencionar que el hijab es un velo que cubre la cabeza y el pecho, y que deben usar las mujeres musulmanas desde que tienen su primera menstruación. Mujer, inmigrante negra, musulmana y árbitra de fútbol. La historia de JJ tiene más de una tarjeta roja a prejuicios y discriminaciones.
En su infancia
en Somalia comenzó a jugar a la pelota y creció su amor por el fútbol. Sus padres
se mostraban en contra de la situación, pero ella le pidió que la apoyen para
seguir relacionada con el fútbol.
Un día, ya en
Inglaterra, en un partido faltó el árbitro y la invitaron a ella a hacerlo. Desde
allí, comenzó a prepararse formalmente.
“¿Quién pensaría que una niña inmigrante negra nacida en Somalia con ocho hermanos podría arbitrar un juego de hombres en Inglaterra con un hijab?”
El diario The
Daily Telegraph la definió como “la árbitra más notable de Inglaterra” y su
historia es muy inspiradora.
En 2014, con
tan sólo 19 años, escribió: “Sueño con que algún día mis hermanas musulmanas
felizmente practiquen deporte. Mi objetivo general es promover el fútbol como
una herramienta para involucrar a las jóvenes y luego organizar talleres que
ayuden a desarrollar habilidades de trabajo en equipo, aumentar la confianza y
también promover un estilo de vida saludable.” En la actualidad, además de
arbitrar, también es entrenadora y trabaja con un grupo de niñas.
“Sueño con que algún día mis hermanas musulmanas felizmente practiquen deporte. Mi objetivo general es promover el fútbol como una herramienta para involucrar a las jóvenes”
Pero sus
grandes sueños y objetivos no son sólo esos. Como entrenadora, Jawahir sueña con
su propia academia en Somalia y con ser DT de la Selección Femenina de su país
natal. En el arbitraje, el sueño es ser la jueza en algún partido de la Premier
League. “Cuando estoy en la cancha y sueno el silbato para empezar el partido,
no soy refugiada, mi hijab no importa, y tampoco mi género ni el color de mi
piel. Soy árbitra y sé cómo hacer mi trabajo, es así”, expresó JJ en una
entrevista para The Guardian.
“Cuando estoy en la cancha y sueno el silbato para empezar el partido, no soy refugiada, mi hijab no importa, y tampoco mi género ni el color de mi piel”